Europa se dispone a extremar los controles a las inversiones extranjeras, señal de una creciente cautela respecto de los esfuerzos de China para utilizar su economía de US$ 11 billones para convertirse en la potencia mundial dominante.
Una encuesta de Bloomberg en los 28 estados miembros de la Unión Europea reveló que por lo menos 15 gobiernos apoyan activa o tácitamente proyectos de ley que evaluarían las inversiones de fuera del bloque. Como hay una mayoría dispuesta a darle luz verde, la propuesta va rumbo a ser aprobada por el Parlamento Europeo, próximo paso del proyecto para convertirse en ley.
Los resultados muestran que Europa está tomando conciencia de los riesgos y no sólo de los beneficios de las inversiones que llegan, en forma predominante de China. Una auditoría de Bloomberg concluyó que China invirtió como mínimo US$ 318,000 millones en Europa en la última década, desde infraestructura crucial hasta compañías de alta tecnología –más que Estados Unidos en el mismo período-.
La reacción de Europa refleja el dilema que comparten los gobiernos de todo el mundo en tanto hacen frente a la creciente influencia mundial de China. El secretario del Tesoro de los EE.UU., Steven Mnuchin, encabeza una delegación que viajará a Pekín esta semana en un contexto de disputas por el comercio, el acceso recíproco al mercado y el modelo económico chino basado en el Estado.
Conforme EE.UU., Japón y Australia adoptan rigurosos programas de revisión, Europa corre el riesgo de convertirse en “la tienda de último recurso” para quienes requieren tecnologías avanzadas, advirtió el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores en un informe de diciembre.
Llevarse el know-how
Italia es uno de los países que reclama un control más estricto “porque creemos que el comercio debe ser leal y la inversión debe ser productiva”, declaró en entrevista Sandro Gozi, subsecretario de asuntos europeos de Italia.
“Debemos evaluar si la inversión de países de fuera de la UE busca hacer negocios, promover el crecimiento, crear empleo en Europa o si sólo apunta a adquirir y luego llevarse de Europa el know-how de nuestras empresas”.
La propuesta de la UE crearía una base de datos centralizada de inversiones extranjeras pasadas en Europa y un mecanismo de alerta para las inversiones futuras, dejando la autoridad última de aprobación de las operaciones en manos de cada gobierno. Sin embargo, la comisión de comercio internacional del Parlamento de la UE pretende realizar una votación sobre enmiendas que podrían darle más fuerza al proyecto. Después de eso, el foco se trasladará a las deliberaciones entre los gobiernos de la UE.
El año pasado, cuando por primera vez la UE planteó la creación de un mecanismo de control de inversiones, China exhortó al bloque a respetar las normas de la Organización Mundial del Comercio y evitar las políticas de inversión discriminatorias. También sostiene que su emblemático programa de infraestructura del Cinturón y la Ruta de la Seda beneficia a todos y destaca que los líderes de la mayoría de los países de la UE han expresado interés en sumarse.
La encuesta reveló divisiones entre los gobiernos, en tanto países como Finlandia insisten en que el bloque evite recurrir a medidas proteccionistas y otros como Malta dicen que las pequeñas economías deben permanecer abiertas a la inversión. El Reino Unido y la República Checa estuvieron entre los que insisten en que cualquier límite debe ser impuesto en el nivel nacional sin recurrir a la UE. Sin embargo, todos los encuestados vieron con agrado que hubiera un debate.
Nota Original: Europe Embarks on a China Strategy With a Majority for Screening