Estados Unidos llevará este lunes ante el Consejo de Seguridad de la ONU la crisis en Ucrania con el objetivo de lanzar un claro mensaje a Rusia sobre la necesidad de evitar un conflicto y, a pesar de la oposición de Moscú, discutir esta cuestión en Naciones Unidas.
La reunión del Consejo de Seguridad, prevista a partir de las 10.00 hora de Nueva York (15.00 GMT) y que se celebrará en público, será la primera ocasión en que el máximo órgano de decisión de la ONU aborde oficialmente las actuales tensiones.
Según fuentes estadounidenses, la convocatoria busca que la comunidad internacional presione a Rusia en favor de una salida negociada y, a la vez, dar a Moscú una oportunidad para explicar ante el resto de potencias su comportamiento.
Washington argumenta que la acumulación de más de 100,000 efectivos militares en la frontera ucraniana y otras acciones rusas suponen una evidente amenaza a la paz internacional.
“La situación sobre el terreno requiere que hagamos diplomacia preventiva para evitar una crisis antes de que la tengamos encima”, subrayó el viernes un alto funcionario estadounidense que habló con los periodistas bajo condición de anonimato.
Según esta fuente, la reunión del Consejo de Seguridad es parte de una estrategia que pretende utilizar todos los foros y canales para impulsar la diplomacia y convencer a Rusia para que descarte una intervención militar en Ucrania y retire sus tropas.
Sin embargo, Moscú no ve en la convocatoria ningún tipo de buena voluntad y acusa a Washington de llevar el asunto ante Naciones Unidas con base en “alegaciones y suposiciones sin fundamento”.
El embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy, confió el viernes en que en que el resto de Estados miembros “no apoyarán este claro truco de relaciones públicas, bochornoso para la reputación del Consejo de Seguridad de la ONU”.
Rusia tiene la opción de solicitar en el último momento un voto de procedimiento para bloquear la celebración de la reunión, pero EE.UU. y sus aliados se han mostrado hasta ahora convencidos de que tienen los apoyos suficientes para que su iniciativa salga adelante.
En caso de que Moscú fuerce una votación, EE.UU. necesitaría el apoyo de otros ocho de los quince miembros del Consejo de Seguridad para neutralizar el movimiento ruso.
El debate servirá principalmente para que cada país presente oficialmente su postura ante la actual crisis y no se espera ningún tipo de resultado concreto.
Según fuentes diplomáticas, EE.UU. no va a plantear ni siquiera ningún tipo de texto, consciente de que Rusia —que tiene poder de veto— lo bloquearía como ha hecho con cualquier iniciativa sobre Ucrania discutida en los últimos años en respuesta a su anexión de la península de Crimea en 2014.
A un día del encuentro, el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, insistió en la línea oficial de Moscú de que su país no quiere una guerra con Ucrania y acusó a Estados Unidos de encender las alarmas para ejercer presión.
“Hoy dicen que Rusia amenaza a Ucrania. Es un completo disparate; no hay ninguna amenaza”, dijo el secretario del Consejo de seguridad ruso, citado por la agencia Interfax.
Pero, según él, “altos cargos de Estados Unidos afirman que existe una amenaza y están dispuestos a pelear, suministrando armas, hasta al último ucraniano”.