El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió el lunes con el canciller alemán, Olaf Scholz, para tratar la crisis de Ucrania y afirmó que su país, junto con Alemania y la OTAN, está listo para defender a la exnación soviética si es invadida por Rusia.
En una conferencia conjunta, Biden dijo que no habría ningún proyecto de gas Nord Stream 2 en caso de que el presidente ruso, Vladimir Putin, decida mover las tropas de su país a través de la frontera ucraniana. En tanto, Scholz aseguró que Alemania está dispuesta a ayudar con fondos a Ucrania en caso de que se produzca un conflicto mayor.
Scholz, que ha sido criticado en su país y en el extranjero por lo que se considera un liderazgo insuficiente en la crisis, dijo más temprano en Washington que Rusia pagaría un precio muy alto si invade Ucrania, mientras su ministro de Defensa anunció planes para enviar hasta 350 tropas más a Lituania.
“La cuestión es actuar de forma rápida, ágil y decisiva, y sobre todo, de forma unida. Habrá que pagar un precio muy alto si Ucrania es atacada militarmente”, declaró Scholz.
Los líderes de todas formas manifestaron su voluntad de buscar una vía diplomática con Rusia para resolver la crisis. Putin, por su parte, que se reunió con el mandatario francés, Emmanuel Macron, dijo que Ucrania debía ceñirse a los pasos acordados en el pacto de Minsk del 2014 y 2015.
Putin y Macron anunciaron que se reunirán de nuevo en los próximos días.
Rusia ha desplazado más de 100,000 soldados cerca de su frontera con Ucrania, pero niega que esté planeando una invasión. Funcionarios estadounidenses dicen que un ataque podría ocurrir en días o semanas.
El líder alemán, cuya popularidad ha caído 17 puntos porcentuales en las últimas semanas al aumentar la tensión con Moscú, tiene previsto visitar tanto Ucrania como Rusia la próxima semana, tras reunirse esta semana con Biden, funcionarios de la Unión Europea (UE) y los jefes de los países bálticos.
Scholz afirmó que Alemania estaba trabajando estrechamente con Estados Unidos y sus aliados para ultimar sus planes de sanciones, pero dijo que los esfuerzos para resolver la disputa diplomáticamente también se estaban empezando a sentir.
“Se trata de evitar una guerra en Europa”, señaló Scholz a ARD antes de su partida, añadiendo que su primera reunión como canciller con Biden implicaría un “trabajo político duro y real”. Ambos se reunieron en Roma en octubre, durante una cumbre de líderes del Grupo de los 20, cuando Scholz aún era ministro de Economía.
La relación Biden-Scholz podría ser fundamental en un momento en el que el presidente francés, Emmanuel Macron, aún no ha declarado si se presentará a las elecciones dentro de tres meses, y cuando el primer ministro británico, Boris Johnson, está sumido en una crisis interna.
Funcionarios estadounidenses restaron importancia a las diferencias con Alemania, que depende de Rusia para obtener gas natural, y dijeron que Washington había estado coordinando estrechamente con Berlín y la UE un “paquete rápido y severo de sanciones” para imponer a Rusia en caso de invasión.