La economía británica tendrá un crecimiento menor en los próximos años a raíz de su salida de la Unión Europea, según un informe publicado por el gobierno el miércoles. Señala, sin embargo, el acuerdo alcanzado con Bruselas como el menos costoso para el país.
Casi tres años después del referéndum de 2016 en que 52% de los británicos votó a favor del Brexit, el país debe salir de la Unión Europea el próximo 29 de marzo, tanto si logra aprobar unos términos que garanticen una retirada ordenada como si no.
El Tesoro británico publicó un informe de impacto económico a dos semanas de la fecha en que el parlamento debe votar sobre la ratificación del acuerdo que Reino Unido selló el domingo con los otros 27 miembros de la UE en una cumbre extraordinaria en Bruselas.
La oposición al texto es fuerte entre los diputados, incluso en las filas del Partido Conservador de la primera ministra Theresa May, y pese a los esfuerzos del gobierno la votación del 11 de diciembre se anuncia incierta.
En este contexto, el informe señaló que una salida brutal del bloque sin ningún tipo de acuerdo implicaría que dentro de 15 años el Producto Bruto Interior (PBI) británico fuera un 9.3% inferior a la proyección de crecimiento bajo las condiciones actuales.
La economía británica, reconoce el informe, también sufriría asumiendo que se establezca la futura relación comercial prevista bajo el actual acuerdo sellado con la UE y los tratados de libre comercio tan anhelados con otros países.
Sin embargo, en ese caso la pérdida de crecimiento sería sólo de 3.9% del PBI.
El documento no da cifras concretas, pero según los economistas citados por la agencia de noticias británica Press Association, esa reducción representa cerca de 100,000 millones de libras para 2030, una cifra muy superior a la actual contribución del gobierno británico al presupuesto de la UE.
El informe económico señala, sin embargo, que todas estas cifras deben tomarse con cierta cautela "debido a las incertidumbres inherentes a este tipo de análisis económico".
Minimizar el coste
"Este análisis no muestra que seremos más pobres en el futuro de lo que somos hoy", afirmó poco después de su publicación Theresa May en una nueva comparecencia ante la Cámara de los Comunes, a la que se esfuerza por convencer de que respalde el acuerdo fruto de 17 meses de negociaciones con Bruselas.
"Muestra que nuestra situación será mejor con este acuerdo", agregó.
En declaraciones a la radio pública BBC, el ministro de Finanzas Philip Hammond había reconocido por la mañana que "desde un punto de vista puramente económico, la salida de la UE tendrá un coste".
"Lo que la primera ministra está tratando de hacer es minimizar ese coste", subrayó.
Sin embargo, las críticas que el texto volvió a recibir el miércoles en la Cámara de los Comunes, donde euroescépticos y proeuropeos se oponen a él por motivos diferentes, dejaron claro que la jefa de gobierno tendrá que superar muchas resistencias para lograr el voto mayoritario al que ha presentado como "el único acuerdo posible" de Brexit.
"No es difícil que sea el mejor acuerdo si es el único acuerdo", ironizó el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn. "Por definición, es también el peor acuerdo", agregó desatando una carcajada de buena parte de la cámara, antes de afirmar que "ha llegado la hora de trabajar en otro plan".
Sin embargo la primera ministra y sus socios europeos ya han dejado muy claro que no habrá posibilidad de negociar otras condiciones y que a cuatro meses de la fecha prevista, el tiempo apremia.
Así que en un intento de ganarse el respaldo de la opinión pública, May está viajando estos días por el país, hasta Irlanda del Norte, Escocia y Gales. Mantiene la esperanza de que unos británicos cansados del interminable debate del Brexit y preocupados por sus posibles consecuencias presionen a sus diputados para que ratifiquen el acuerdo.