Descubierta en 1957, la dexametasona en un fármaco barato y bastante conocido, considerado esencial por la Organización Mundial de la Salud (OMS).  (Foto: REUTERS/Yves Herman)
Descubierta en 1957, la dexametasona en un fármaco barato y bastante conocido, considerado esencial por la Organización Mundial de la Salud (OMS). (Foto: REUTERS/Yves Herman)

Christian Mestanza

En los seis meses que han pasado desde que apareció el nuevo (COVID-19), varios fueron los tratamientos estudiados por científicos de todo el mundo, aunque ninguno demostró hasta ahora ser realmente eficaz contra la enfermedad. Sin embargo, la situación podría cambiar pronto. Los resultados de un reciente estudio británico apuntan a la como el primer medicamento que es capaz de reducir la mortalidad por coronavirus.

El fármaco demostró disminuir en un tercio el riesgo de muerte en pacientes graves que ya estaban conectados a respiradores artificiales, mientras que en los enfermos que necesitaban oxígeno, el riesgo de muerte se redujo en una quinta parte.

Las pruebas con dexametasona fueron hechas en Reino Unido como parte del ensayo clínico Recovery, que está analizando varios tratamientos ya existentes para usarlos contra el COVID-19. Un total de 2.104 pacientes infectados fueron elegidos al azar para recibir una dosis baja de 6 mg una vez al día (ya sea por vía oral o por intravenosa) durante 10 días. Su evolución se comparó a la de otros 4.321 pacientes que recibieron la atención habitual.

Según los encargados del estudio, la mortalidad entre los que necesitaban respiración asistida fue del 41%, mientras que los que necesitaban oxígeno registraron una tasa de mortalidad del 25%. Entre los pacientes que no necesitaron ningún tipo de ventilación la mortalidad fue del 13%.

Si bien cabe resaltar que estos resultados son preliminares, los científicos a cargo han dicho que pronto publicarán sus conclusiones en una revista científica, paso necesario para que estas sean validadas por investigadores independientes. Pese a ello, el gobierno británico autorizó el martes el uso de dexametasona para pacientes hospitalizados por covid-19.

Se trataría del primer medicamento que reduce la mortalidad en pacientes con COVID-19. (Foto: Pixabay)
Se trataría del primer medicamento que reduce la mortalidad en pacientes con COVID-19. (Foto: Pixabay)

¿De qué se trata?

Descubierta en 1957, la dexametasona en un fármaco barato y bastante conocido, considerado esencial por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Pertenece al grupo de los corticoides. Específicamente, es un glucocorticoide. Estos medicamentos se usan en particular por su poder antiinflamatorio y por su efecto inhibidor de las defensas, es decir, de nuestro sistema inmune, sobre todo en la inmunidad celular y humoral”, comenta a Gestión Alfonso Zavaleta, profesor de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).

La dexametasona alivia la inflamación (hinchazón, calor, enrojecimiento y dolor) y se usa para tratar ciertas formas de artritis, la tiroides, alergias severas y asma. Asimismo, se utiliza también en algunos tipos de cánceres.

Al inicio de la pandemia, el uso de los corticoides fue discutido debido a que, al ser inmunosupresores, una de sus principales complicaciones es la aparición de infecciones sobreagregadas por bacterias y por hongos.

El ensayo británico no encontró eventos adversos en el tratamiento, por el contrario, sugiere que en las dosis probadas los beneficios superarían el daño potencial. “Este tratamiento se puede administrar a casi cualquier persona”, ha manifestado Peter Horby, investigador de la Universidad de Oxford y uno de los coordinadores del estudio.

¿Cómo funciona?

La dexametasona es un medicamento ampliamente conocido en el mundo. (Foto referencial: Pixabay)
La dexametasona es un medicamento ampliamente conocido en el mundo. (Foto referencial: Pixabay)

“En algunos pacientes graves con COVID-19 aparecen síntomas muy intensos por el mecanismo de acción de la enfermedad. El virus desencadena -sobre todo en las células pulmonares- una avalancha de citoquinas o de factores proinflamatorios. Esta avalancha causa que se lesionen las células de las paredes de los bronquiolos y aumente la dificultad respiratoria. Además, junto a este fenómeno también suelen aparecer problema de coagulación, como la trombosis pulmonar”, explica Zavaleta.

“El supuesto probable [del ensayo clínico] es que la dexametasona, como es un agente antiinflamatorio, podría ayudar en ese momento en que está la cascada severa de agentes proinflamatorios”, añade.

No obstante, el especialista recomienda ser prudente con esta investigación, ya que al haberse publicado solo los resultados preliminares, es imposible verificar la información completa. Recalca, además, que los autores del ensayo son claro al manifestar que el fármaco no se debe utilizar en la primera etapa de la enfermedad, sino solo en las fases más severas y dentro del marco de seguridad de un hospital y bajo la supervisión de los especialistas.

(Foto: Retuters)
(Foto: Retuters)

Expectativas frente a otros tratamientos

El nuevo estudio da esperanzas de encontrar un posible tratamiento frente al CIVID-19, especialmente después de que las últimas pruebas con hidroxicloroquina -anunciado hace meses como probable tratamiento- revelaron que no ofrece efectos positivos en pacientes hospitalizados.

El único medicamento que demostró beneficios al acortar el tiempo de recuperación de la enfermedad en un gran ensayo aleatorizado y controlado fue el antiviral Remdesivir, pero este no tuvo efectos estadísticos significativos sobre las muertes; además, es poco viable debido a su alto precio y baja disponibilidad.

Frente a estas y otras alternativas, la dexametasona podría ser una opción más factible, ya que al ser considerada de uso esencial está disponible en la mayoría de países. “Por menos de 50 libras (63,26 dólares), se puede tratar a ocho pacientes y salvar una vida”, ha comentado Martin Landray, profesor de la Universidad de Oxford que participo en los ensayos clínicos de Recovery.

Su uso en el Perú

El uso de la dexametasona fue aprobado en el documento técnico para el manejo de personas afectadas con COVID-19 del Ministerio de Salud (Minsa). El documento sugiere como primera opción, para el manejo del estado de hiperinflamación en los pacientes moderados y graves, la metilprednisolona. Como alternativa, se aconseja la dexametasona, aunque en dosis de 20g.

“En una primera instancia se sugirió el uso de metilprednisolona porque era lo que en ese momento la literatura recomendaba. Este es un corticoide potente y rápido. Pero hay dos modalidades de su uso: en dosis altas y en dosis baja. A lo largo de las semanas la literatura ahora apunta a que se use en dosis bajas. En ese escenario nos estábamos moviendo hasta el martes que presentaron estos nuevos resultados”, señala a este diario la doctora Sonia Indacochea, presidenta de la Sociedad Peruana de Medicina Interna y parte del comité de expertos del Minsa.

“Si bien no es novedad para nosotros el uso de corticoides, la ventaja de este ensayo de Recovery es que le da un mayor aval a la dexametasona, un fármaco que es muy barato y está considerado dentro de la lista de medicamentos genéricos del Minsa”.

Tanto Zavaleta como Indacochea hacen hincapié en que la dexametasona no previene la enfermedad, por lo que no debe utilizarse sin la recomendación de un experto. La automedicación puede ser un peligro para la salud.