Tras haber invertido en los clubes, los fondos de inversión apuestan ahora por las ligas profesionales que organizan los principales campeonatos nacionales, como en España, mientras que ha habido procedimientos abortados en Italia y Alemania.
España: un acuerdo confirmado pero impugnado
El acuerdo de la Liga española de fútbol (LaLiga) con el fondo de inversión CVC se ratificó el pasado 10 de diciembre. De los 42 clubes representados, 37 votaron a favor y 4 en contra (Real Madrid, Barcelona, Athletic Bilbao e Ibiza), además de una abstención.
El acuerdo entre LaLiga y CVC Capital Partners prevé la creación de una nueva sociedad denominada LaLiga Impulso, a la que el campeonato cederá todas sus actividades y de la que CVC dispondrá de una participación en torno al 10%.
Con esta unión, la Liga pretende recaudar cerca de 2,000 millones de euros (US$ 2,263 millones) para los clubes firmantes del proyecto.
El primer depósito de 400 millones de euros (US$ 452 millones) llegará a las cuentas bancarias de los clubes “dentro de unas semanas,” según LaLiga.
Estos últimos se comprometen a destinar el 70% del dinero a la mejora de su infraestructura, apertura internacional, desarrollo comercial, estrategia de comunicación e innovación tecnológica. El resto se puede utilizar para fichar nuevos jugadores y pagar las deudas.
Sin embargo, el Real Madrid, Barcelona y el Athletic Bilbao, clubes cuyos propietarios son los socios, han entrado en un enfrentamiento con LaLiga y ya han anunciado que recurrirán a la justicia.
Italia: en un punto muerto
Los clubes italianos, con importantes problemas económicos debido a la pandemia de COVID-19, aprobaron por unanimidad en noviembre del 2020 el principio de entrada de inversores privados en la gestión de los derechos de televisión, con la promesa de obtener 1,700 millones de euros (US$ 1,923 millones).
Las entidades aceptaron la oferta de tres inversores traídos también por CVC, con el propósito de crear una sociedad comercial encargada de gestionar y desarrollar los derechos.
Pero la nueva votación formal necesaria para validar el contrato nunca se llevó a cabo debido a la oposición que surgió a principios del 2021 por parte de varios clubes, entre los que se encuentran Juventus, Inter, Nápoles y Lazio.
En la primavera (boreal), varios equipos favorables a la llegada de fondos privados acusaron a la Juve y al Inter de haber torpedeado esta iniciativa por su participación paralela en el abortado proyecto de la Superliga europea.
De hecho, el acuerdo establecía la prohibición a los clubes italianos de crear otras competiciones para preservar el interés de la Serie A, según el sitio web especializado Calcio e Finanza.
Mientras tanto, los derechos de televisión para las próximas tres temporadas (2021-2024) se han asignado (principalmente a DAZN) por una cantidad similar a la de los años anteriores, lo que ha hecho que ya no sea urgente encontrar nuevos recursos económicos.
Algunos clubes también temían perder el control, puesto que la futura empresa comercial será gestionada por un administrador designado por los fondos.
Si bien CVC no parece realmente ahora como un posible socio tras su compromiso en España, el presidente de la Liga italiana no renunció todavía a este proyecto, aseguró a mediados de año el diario La Repubblica. Recientemente, el presidente de Torino, Urbano Cairo, aseguró que está de acuerdo.
Alemania: una iniciativa abandonada
En mayo del 2021, los 36 clubes de la Bundesliga (primera y segunda división) decidieron abandonar las negociaciones iniciadas por la Liga Alemana (DFL) con sociedades de capital privado.
La Liga había ido lo suficientemente lejos en las conversaciones con las empresas KKR, Bridgepoint y CVC, para otorgarles el 25% de las dos filiales que se crearían: una para los derechos de los medios y la otra para los derechos digitales.
La operación habría generado 500 millones de euros (US$ 565 millones) para la Bundesliga.
Los clubes alemanes, culturalmente muy preocupados por no depender nunca de inversores que puedan retirarse en cualquier momento, rechazaron en su mayoría estas ofertas.
La Asamblea General de los clubes ya había desechado el año anterior una tentativa de la Liga de violar la sacrosanta ley conocida como “50 + 1″, que prohíbe a un inversor poseer la mayoría de las acciones de una entidad profesional.