Las autoridades deben sopesar los costos de flexibilizar el estado de alerta. Se ha demostrado que las vacunas fabricadas localmente son menos efectivas contra el COVID-19 que las occidentales. (Foto: Reuters)
Las autoridades deben sopesar los costos de flexibilizar el estado de alerta. Se ha demostrado que las vacunas fabricadas localmente son menos efectivas contra el COVID-19 que las occidentales. (Foto: Reuters)

Más de dos años después del inicio de la pandemia de COVID-19, China es el único de los países principales que sigue con una estrategia de tolerancia cero, buscando extinguir los brotes tan pronto como surgen casos individuales. Esa política parece cada vez más insostenible. Los líderes chinos deberían prepararse ahora para un cambio de rumbo.