Autoridades de la capital chilena presentaron este lunes un protocolo de acción que contempla inéditos cortes en el suministro de agua potable en caso de que se agudice a niveles extremos la sequía que golpea a la zona central de Chile desde hace más de una década.
El plan establece un sistema de alertas progresivas de verde a roja, con medidas que van desde campañas de información, disminución de las presiones del suministro de agua hasta racionamiento por sectores durante 24 horas cada cuatro días según la gravedad del déficit.
En caso de alerta roja, los cortes de agua afectarían a más de 142,000 clientes que se abastecen del río Mapocho y a 1,5 millones de clientes que se abastecen del río Maipo, los dos cursos de agua que surten a la capital chilena y que están en sus niveles mínimos históricos.
Santiago tiene unos 5,6 millones de habitantes.
“Estamos en una situación inédita en la historia de Santiago, que es prepararnos para aquella ocasión en que no tengamos suficiente agua para todos los que vivimos acá”, dijo en una conferencia de prensa el gobernador de la región metropolitana de Santiago, Claudio Orrego.
“El principal desafío medioambiental de la región metropolitana para los próximos 30 años es cómo suministra agua suficiente para el consumo humano, que es la prioridad, pero también para las actividades agrícolas, industriales y para el espacio público”, añadió.
Orrego dijo que no podía descartar que los cortes de agua se aplicaran dentro de los próximos 12 meses, porque si bien ya estaba quedando atrás la temporada estival, la amenaza podría retornar en primavera o el próximo verano del hemisferio sur.
El plan fue elaborado a iniciativa de las autoridades locales junto a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) y las empresas concesionarias encargadas del abastecimiento del recurso.
La SISS confirmó que nunca ha habido cortes de agua en Santiago por escasez.
El 2021 cerró como el cuarto año más seco desde que hay registros, con lo que se acumularon 13 años consecutivos de sequía, según información oficial. El país sudamericano inició el otoño en marzo tras el verano seco y caluroso, sin que se pronostiquen las lluvias que podrían paliar el déficit de agua.
El año pasado, la autoridad chilena de aeronáutica civil que maneja a la Dirección Meteorológica de Chile elaboró un informe que proyectó que entre el 2030-2060 la disponibilidad de agua en el norte y centro de Chile podría disminuir más de 50%.