El Gobierno argentino rechazó este sábado “en los términos más contundentes” el último despliegue de armamento británico en las Islas Malvinas, un archipiélago cuya soberanía, reclamada por Argentina, es ostentada por Reino Unido desde 1833.
La Cancillería del país suramericano criticó, en un comunicado, la instalación en las islas del sistema antiaéreo “Sky Sabre”, que cuenta con un alcance tres veces mayor a los misiles de tipo Rapier desplegados hasta la fecha.
“Se trata de una nueva e injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales, que instan tanto a la Argentina como al Reino Unido a reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países en la Cuestión de las Islas Malvinas”, indicó la Cancillería.
Para el Ministerio de Exteriores argentino, la “persistencia” británica en la ampliación de su arsenal militar en el Atlántico Sur contraviene la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que insta a que ambas partes se abstengan de adoptar “decisiones unilaterales” que alteren la situación de las islas mientras continúan las negociaciones de soberanía recomendadas por la ONU.
Esa presencia militar también vulnera, según el Gobierno argentino, la resolución 41/11 de la Asamblea, que pide a los dos países respetar la región del Atlántico Sur como “zona de paz y cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar en dicha región”.
“En ese sentido, la alegada condición defensiva de la base militar británica en el Atlántico Sur no sólo es totalmente injustificada sino también representa una amenaza para toda la zona”, aseveró Cancillería, para concluir que Argentina mantiene su “vocación pacífica” y su “constante voluntad” de retomar las negociaciones con el Reino Unido.
El Ejecutivo argentino presentó a principios de año la “agenda” de acciones que planea poner en marcha para conmemorar los 40 años de la guerra con el Reino Unido por las islas Malvinas y reforzar el reclamo argentino de soberanía sobre ese archipiélago del Atlántico sur.
Los dos países se enfrentaron por la soberanía de Malvinas en una guerra que se inició el 2 de abril de 1982, con el desembarco de tropas argentinas en el archipiélago, y concluyó en junio de ese año con su rendición ante las fuerzas británicas.
En el conflicto bélico murieron 255 británicos, 3 isleños y 649 argentinos.
Desde el fin de la guerra, el Reino Unido se niega a retomar las negociaciones con Argentina, pese a los reiterados llamados al diálogo por parte de Naciones Unidas y otros foros internacionales.