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prepara una nueva oferta a sus acreedores en el proceso de reestructuración de deuda por unos US$ 66,000 millones de dólares, con lo que se extendería el plazo fijado este viernes para adherir al canje de bonos.

Sin adelantar detalles, el presidente fue enfático en afirmar su empeño en conseguir un arreglo cuando el país está en default por el impago de unos US$ 500 millones en intereses de tres de los bonos sujetos al canje.

"Está claro que Argentina debe encontrar un acuerdo con los acreedores, está claro que los acreedores no aceptaron la (primera) oferta" hecha en mayo, dijo. "Está claro que la Argentina va a mejorar su oferta", aseguró.

La propuesta formal de Argentina, que los acreedores rechazaron y aún no ha sido modificada, contempla un plazo de gracia de tres años y una reducción de 62% en intereses y de 5.4% en capital.

Con el respaldo del , Fernández insiste en que el arreglo debe ser sostenible y que tiene poco margen para ofrecer más.

Cupón exportador

La nueva oferta podría incluir un cupón atado a las exportaciones agrícolas, la mayor riqueza el país, según fuentes cercanas a las negociaciones que se desarrollan con tres grupos diferentes de acreedores bajo un acuerdo de confidencialidad.

Anteriormente, Argentina había asomado la idea de ofrecer un cupón atado al crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), que no resultó atractivo.

"No hubo apetito por parte de la gran mayoría de los acreedores sobre ese instrumento, por lo tanto no fue incluido en la oferta", explicó hace unos días el ministro de Economía, Martín Guzmán.

En cambio, las exportaciones agrícolas como referencia resultarían más atractivas.

“Es mejor que un cupón atado al PBI, ya que Argentina no crecerá por encima de 3% anual por un largo rato. Y otro endulzante, como dinero en efectivo, no tenemos”, resumió Sebastián Maril, director de la consultora .

Como experiencia previa, figura la del Plan Brady de los años 1990, cuando México, Nigeria y Venezuela emitieron bonos indexados a las exportaciones petroleras.

Argentina, en recesión desde el 2018 y cuya economía sufrirá aún más por la del nuevo , tuvo exportaciones totales por US$ 65,115 millones en el 2019, de las cuales cerca de 60% corresponden a productos agropecuarios.

Aunque las reservas internacionales son de unos US$ 43,000 millones, solo US$ 10,000 millones constituyen reservas operativas, según los especialistas.

Para Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, un cupón vinculado a las exportaciones agrícolas sería "más sostenible, porque está atado a la generación genuina de dólares del país".

Sin embargo, apuntó que tiene como inconveniente que "no depende solo de la economía argentina, hay mucha influencia de la demanda mundial. Eso le sacaría un poco de atractivo".

¿Nuevo plazo?

Entre el viernes y el lunes debería anunciarse otra prórroga del plazo para que los acreedores evalúen la nueva oferta y decidan si adhieren a ella.

Pero si los tiempos se alargan mucho, otros bonos caerán en default. Hay vencimientos previstos para fines de junio, que contando el periodo de gracia podrían extenderse hasta fines de julio.

"Estas negociaciones nunca se arreglan en un día. Llevamos unos dos meses y avanzó muchísimo. Seguimos teniendo diferencias, pero si hay alguien que no quiere el default es el presidente argentino", dijo Fernández esta semana.

En esta renegociación de deuda hay bonos del 2005 y 2010, producto de una anterior reestructuración, y también nuevos títulos emitidos a partir del 2016.

La deuda pública argentina totaliza unos US$ 324,000 millones, equivalentes a casi 90% de su PBI.