Mientras más tiempo puede replicarse un virus dentro de una persona antes de causar síntomas, más difícil puede ser detenerlo debido al mayor potencial de que los infectados lo propaguen por todas partes sin saberlo.
Entre las características peligrosas del COVID-19, su período de incubación es más largo que muchas otras infecciones virales respiratorias, incluida la influenza, el virus sincicial respiratorio y el rinovirus. La buena noticia es que el intervalo entre la exposición y el desarrollo de los síntomas estaría disminuyendo.
Científicos de la Universidad de Pekín y la Universidad de Tsinghua en Pekín analizaron datos de más de 140 estudios para estimar el período de incubación del COVID causado por diferentes variantes del SARS-CoV-2. Cayó de un promedio de 5 días con una infección alfa a 3.42 días con ómicron, según un estudio publicado el lunes en la revista JAMA Network Open.
Los investigadores también notaron períodos de incubación variables en diferentes grupos de edad y gravedad de la enfermedad.
“Los hallazgos de este estudio sugieren que el SARS-CoV-2 ha evolucionado y mutado continuamente a lo largo de la pandemia del COVID-19, produciendo variantes con diferente transmisión y virulencia mejoradas”, dijeron Wannian Liang y colegas. “Identificar el período de incubación de diferentes variantes es un factor clave para determinar el período de aislamiento”.
Los hallazgos son significativos para lugares como China y Hong Kong, que mantienen una política cero COVID destinada a eliminar cualquier signo del virus lo más rápido posible.
Se espera que todas las personas infectadas y todos los viajeros extranjeros se aíslen durante el período de incubación potencial para evitar la transmisión a otros. Tanto China como Hong Kong han reducido recientemente los períodos de cuarentena para los recién llegados como parte de sus esfuerzos por reactivar sus economías.