Autoridades a cargo de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) buscaron un mayor reconocimiento de los riesgos de inflación durante su reunión de la semana pasada, pero fueron desairadas por el economista jefe del banco, Philip Lane, en un debate inusualmente intenso, dijeron a Reuters fuentes.
Los bancos centrales de todo el mundo, incluida la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, han reconocido que la inflación puede ser más tenaz y persistente de lo que se pensaba, pero el BCE se ha mantenido en su idea de que el crecimiento de los precios volverá a caer por debajo del nivel objetivo por sí solo a finales del 2022.
En lo que se describió como una reunión intensa y tensa, un número significativo de autoridades cuestionó la calidad de las proyecciones del BCE, señalando su accidentado historial, y argumentaron que existe el riesgo de que la inflación termine el próximo año por encima de las expectativas del BCE.
“Algunos querían reconocer los riesgos al alza, pero Philip (Lane) se opuso con fuerza”, dijo una fuente. “Después de un largo debate, parecía que estábamos de acuerdo en un ‘pequeños riesgos al alza’, pero incluso eso no apareció en el comunicado”.
Lo más cerca que estuvo la presidenta del BCE, Christine Lagarde, de tal reconocimiento fue cuando dijo “posiblemente hay un riesgo al alza” en respuesta a la pregunta de un periodista.
“La declaración no entregó del todo el sabor de nuestro debate”, informó una segunda fuente.
Mientras Lagarde buscaba el consenso, cuatro autoridades se opusieron al paquete de medidas del BCE.
El alemán Jens Weidmann, el luxemburgués Gaston Reinesch y el austriaco Robert Holzmann votaron en contra de las medidas, mientras que el belga Pierre Wunsch, que no tenía derecho a voto, también expresó su oposición.
La inflación se disparó a 4.9% el mes pasado, la más alta registrada en el bloque de 19 países y más del doble del objetivo dl 2% del BCE. Es probable que se acerque a esta cifra en los próximos meses, pero el banco considera que volverá a 1.9% en el cuarto trimestre del 2022.
Las fuentes dijeron que varias personas cuestionaron la calidad de las previsiones del BCE, que han estado sujetas a grandes revisiones durante años, y que sus modelos parecen poco equipados para hacer cálculos de cara al impacto único de la pandemia.
De hecho, las previsiones de inflación del banco para el 2022 casi se duplicaron la semana pasada hasta 3.2%, pero las proyecciones a más largo plazo sólo se elevaron modestamente, con un crecimiento de los precios por debajo del objetivo tanto en el 2023 como en el año siguiente.
“No fue la discusión más amistosa. Fue bastante acalorada en algunos momentos y los disidentes recibieron presiones personales para unirse a la mayoría”, manifestó otra fuente.