Reserva Federal. (Foto: Reuters)
Reserva Federal. (Foto: Reuters)

Obligados a un gasto récord por la amenaza de otra Gran Depresión, los formuladores de políticas están difuminando las líneas entre pedir prestado el dinero que necesitan y simplemente crearlo. La mayoría de las economías modernas han tratado de mantener las dos actividades lo más separadas posible. La configuración típica ha sido que los políticos electos se hagan cargo de los presupuestos y cubran cualquier déficit pidiendo prestado en los mercados de bonos, mientras que la maquinaria de impresión de dinero estaba detrás del muro del banco central. Pero esas barreras comenzaron a verse porosas después de la crisis financiera del 2008. Y en la depresión de coronavirus, casi han desaparecido.

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