La Unión Europea (UE) amenazó con imponer sanciones económicas masivas si Moscú ataca a Ucrania, en tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, alentó a sus aliados antes de las conversaciones sobre la crisis con Rusia para evitar una guerra.
Los países occidentales tratan de presentar un frente diplomático unido antes de que Blinken se reúna el viernes en Ginebra con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, lo que se considera una de las últimas oportunidades para impedir que Rusia lance un nuevo ataque.
Blinken visitó Kiev el miércoles y se reunió con los ministros de Alemania, Francia y Reino Unido el jueves en Berlín. El miércoles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio la señal más clara hasta el momento de que cree que es probable un ataque ruso.
“Mi conjetura es que va a intervenir”, dijo Biden sobre el presidente ruso Vladimir Putin. “Tiene que hacer algo”.
Los países occidentales temen que Rusia esté planeando una nueva ofensiva contra Ucrania, casi ocho años después de que sus fuerzas entraron al país y tomaron la península de Crimea.
Rusia ha concentrado decenas de miles de soldados cerca de la frontera con Ucrania en los últimos meses. Niega estar planeando un ataque, pero dice que podría emprender una acción militar no especificada a menos que se cumpla una lista de exigencias, incluida la promesa de la OTAN de no admitir nunca a Kiev.
Biden y otros líderes occidentales han amenazado con imponer severas sanciones económicas a Rusia si vuelve a atacar a Ucrania. Rusia, sometida a sanciones desde el 2014, ha hecho caso omiso de la amenaza.
“Estamos preparados”
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien encabeza el Ejecutivo comunitario, dijo que Europa respondería a un nuevo ataque “con sanciones económicas y financieras masivas. La comunidad transatlántica se mantiene firme en esto”.
“No aceptamos el intento de Rusia de dividir Europa en esferas de influencia”, dijo. “Si se producen ataques, estamos preparados”.
El Kremlin dijo el jueves que las advertencias de Estados Unidos sobre posibles consecuencias desastrosas para Rusia no ayudan a reducir las tensiones sobre Ucrania e incluso podrían desestabilizar aún más la situación.
Blinken prometió el miércoles en Kiev que Washington mantendría la diplomacia mientras pueda. En Berlín, pronunciará un discurso en el que tratará de presentar la crisis de Ucrania como un momento crítico para el orden internacional basado en normas, dijo un funcionario del Departamento de Estado.
Moscú presentó a Occidente una lista de demandas de seguridad en las conversaciones de la semana pasada, que no produjeron ningún avance.
Las repetidas rondas de sanciones económicas desde el 2014 han tenido un escaso impacto en la política rusa, ya que Moscú, el principal proveedor de energía de Europa, estima que Occidente no tomará medidas lo suficientemente serias como para interferir en las exportaciones de gas. Funcionarios estadounidenses y europeos dicen que todavía hay medidas financieras fuertes que no se han probado.
Alemania señaló el martes que podría detener Nord Stream 2, un nuevo gasoducto procedente de Rusia que no pasa por Ucrania, en caso de una invasión de Moscú.
Rusia niega estar planeando una nueva invasión, pero dice sentirse amenazada por los crecientes lazos de Kiev con Occidente. Quiere evitar que Ucrania entre en la OTAN y que la alianza retire sus tropas y armas del este de Europa.