El pleno del Parlamento Europeo se sumó al criterio expresado recientemente por los líderes de la Unión Europea (UE) y dio también su visto bueno a que Croacia entre la zona euro en el 2023, tras constatar que cumple todos los criterios para sumarse a ella.
En concreto, la Eurocámara adoptó con una amplia mayoría - 539 votos a favor, 45 con contra y 48 abstenciones - el informe favorable a la entrada de Croacia en la zona euro redactado por el eurodiputado rumano del Partido Popular Europeo (PPE) Siegfried Muresan, informó la institución en un comunicado.
“Las reformas adoptadas por el gobierno croata estos últimos años han reforzado la economía y han abierto a Croacia el camino hacia la adopción de la moneda común”, destacó Mursean, quien opininó que “convertirse en miembro de la zona euro es una buena decisión para el país, sus empresas y sus ciudadanos”.
Los eurodiputados destacan en el texto que Croacia ha logrado una evaluación positiva en un contexto económico complicado derivado de la crisis de la pandemia, la fuerte inflación de la actualidad y la guerra rusa en Ucrania.
Además, el informe enfatiza que el país balcánico “presenta ya un nivel de convergencia de precios con la zona euro más elevado que el de otros Estados miembros en el momento de su adhesión” a la moneda común,
El aval del Parlamento Europeo llega después de que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE certificaran en su última cumbre que el país balcánico cumple con todos los requisitos para adoptar el euro en el 2023, tal y como había propuesto la Comisión Europea (CE).
La opinión de los eurodiputados es un paso más en un procedimiento que también incluye un dictamen positivo por parte del Banco Central Europeo (BCE). Tras el voto, los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) ya pueden aprobar formalmente la adhesión en su próxima reunión del 12 de julio.
El Ejecutivo comunitario confirmó el 1 de junio que, tras dos años en la antesala del euro - el llamado mecanismo ERM II que vincula el tipo de cambio de la moneda nacional con el de la comunitaria-, Croacia cumple los requisitos para adoptar la moneda única.
Estos exigen estabilidad en el tipo de cambio, el nivel de precios, y los tipos de interés a largo plazo, así como tener unas sólidas finanzas públicas.
Zagreb ha tenido además que aprobar medidas en materia de lucha contra el blanqueo, empresas públicas, legislación en materia de insolvencia o entorno empresarial para asegurar su entrada en la eurozona y, una vez aprobada la decisión formalmente, tendrá que asegurar que todo está listo para usar efectivamente la moneda a partir del 1 de enero del 2023.
La de Croacia es la primera ampliación de la eurozona desde la unión de Lituania en el 2015 y, tras ella, el socio más próximo a unirse sería Bulgaria, que está en el ERM II y aspira a tomar el euro en el 2024.
No obstante, todos los socios de la UE con la salvedad de Dinamarca, que negoció una excepción, están llamados a sumarse al proyecto iniciado en 1999.