Los casos de COVID disminuyen en Estados Unidos y son cada vez más los estados que anulan sus mandatos de tapabocas. Sin embargo, en los primeros 10 días de marzo, más de un tercio de los sitios de muestreo de aguas residuales en el país mostraron niveles crecientes de COVID-19. Entonces surge la pregunta: ¿será que el COVID desaparecerá algún día?
Para los expertos, hay bastantes razones para creer que los estadounidenses no deberían bajar la guardia todavía. “El mundo, por alguna razón, decidió que la pandemia de COVID terminó, y eso realmente me preocupa”, dijo Akiko Iwasaki, profesora de inmunobiología en la Facultad de Medicina de Yale. “Levantar todos estos mandatos tan rápido es buscar problemas”.
¿Cuál es el estatus de la situación?
A lo largo de la pandemia, las tendencias del COVID-19 en Estados Unidos han seguido en gran medida a las de Europa y el Reino Unido por unas pocas semanas. Para la mayor parte de la región europea, los casos de COVID están al alza de nuevo después de haber disminuido tras sus picos ómicron de invierno.
“Con el aumento de casos en el extranjero, los expertos científicos y médicos han dejado claro que, en los próximos meses, también podría haber un aumento de casos de COVID-19 aquí en Estados Unidos”, advirtió el martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, durante una sesión informativa.
Sus comentarios se produjeron solo dos semanas después de que la Casa Blanca eliminara sus mandatos de tapabocas.
“Lo que está sucediendo en Europa bien podría ser un adelanto de lo que pasará en Estados Unidos, especialmente sin mascarillas”, dijo Iwasaki de Yale.
Hay tres factores principales que impulsan el aumento de las infecciones internacionales, todos los cuales podrían aplicarse a Estados Unidos, dijeron los expertos. El primero es el sospechoso primo de ómicron, llamado BA.2, que según se informa, es más transmisible que su predecesor, según un estudio preliminar de Dinamarca. En Europa, esta variante ha superado rápidamente a la cepa ómicron inicial, BA.1, y ahora representa la mayoría de los casos en el Reino Unido, según su Oficina de Estadísticas Nacionales.
Esto aún no ha sucedido en Estados Unidos, aunque en las últimas semanas la prevalencia de BA.2 ha aumentado. Actualmente representa poco menos de una cuarta parte de los casos en general, según los datos del Nowcast de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Andy Pekosz, virólogo de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, dijo que será importante observar si el aumento en la prevalencia de una variante corresponde a un aumento en los casos en general. Si bien el porcentaje de casos de BA.2 en Estados Unidos casi se duplicó en la última semana, aún no ha habido un alza correspondiente en las infecciones por COVID, señaló.
La disminución de la inmunidad es un factor que impulsa el aumento de infecciones en el extranjero. A pesar de las altas tasas de vacunación en gran parte de Europa, las tasas de refuerzo todavía rondan el 50%. En Estados Unidos, las tasas de refuerzo son aún más bajas, según los CDC. La protección de la serie inicial de vacunas de dos dosis disminuye después de seis meses. Además, la inmunidad de una infección anterior también disminuye con el tiempo y las variantes más nuevas pueden hacer que los anticuerpos de cepas anteriores sean menos efectivos.
¿Qué les preocupa ahora a los expertos?
BA.2 parece no ser más grave que ómicron, lo que significa que, para la mayoría de las personas sanas y vacunadas, los síntomas son bastante leves. Investigadores británicos descubrieron que BA.2 no parece conllevar un mayor riesgo de hospitalización que la mutación ómicron original.
Sin embargo, las preocupaciones radican en las muchas incógnitas con ómicron, que todavía es relativamente nuevo. Los mismos investigadores del Reino Unido encontraron casos de reinfección con BA.2 después de la infección por ómicron, lo que significa que las personas no pueden confiar en la inmunidad previa para prevenir futuras infecciones. Se están realizando estudios para comprender mejor por qué ese podría ser el caso con BA.2.
Algunos epidemiólogos han expresado su preocupación de que el virus pueda estar evolucionando para producir variantes más problemáticas. Investigadores europeos argumentan en Nature Reviews Microbiology que ómicron demostró la capacidad del COVID para mutar rápidamente en un corto período de tiempo para evadir mejor la inmunidad de una persona e incluso divergir genéticamente entre sublinajes, como lo hace BA.2.
¿Qué medidas de protección tenemos?
Dos años de vida pandémica nos han dado algunas estrategias para suavizar el golpe del virus.
Ali Mokdad, profesor del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud y director de estrategia para la salud de la población en la Universidad de Washington, dijo que no considera que sea necesario recuperar los mandatos de tapabocas en Estados Unidos en este momento, especialmente con el clima más cálido. Pero en entornos de mayor riesgo y para poblaciones más vulnerables, recomienda usar mascarilla.
Pekosz, de Johns Hopkins, dijo que eso debería incluir a niños menores de cinco años que aún no han sido vacunados. Los niños menores de 17 años fueron hospitalizados a un ritmo alarmante durante el aumento de ómicron.
“Si está en uno de esos grupos que corren un alto riesgo de COVID grave, es perfectamente aceptable que continúe usando la máscara cuando entre o esté en entornos grupales”, dijo Pekosz. “Siempre he alentado a las personas que, si no se sienten cómodas sin usar una máscara, deben ponerse una y continuar haciéndolo”.
Los expertos han seguido enfatizando en que la mejor protección que tenemos contra el virus, y contra la enfermedad grave y el COVID prolongado, son las vacunas. Las vacunas de ARN mensajero de dos dosis y sus respectivos refuerzos, como los fabricados por Pfizer BioNTech y Moderna Inc., reducen el riesgo de enfermedades graves. Pero la mayoría de las personas necesitan un refuerzo, que es esencial para reforzar la inmunidad contra las variantes más nuevas.