La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aseguró que afrontar la variante ómicron no supondrá “empezar de cero” contra la pandemia y recordó: “Sabemos más”, tenemos más herramientas y “estamos preparados” para adaptar las vacunas, aunque -aclaró- “todavía no se sabe” si es necesario.
La directora ejecutiva de la EMA, Emer Cooke, subrayó que “la situación epidemiológica es preocupante en toda Europa” con el aumento de los contagios y la propagación de la nueva variante, pero recordó que con cinco vacunas y seis terapias autorizadas y disponibles el mundo está “en una posición más fuerte que en esta misma época del año pasado”.
Además, “no hay todavía una respuesta sobre si necesitaremos una vacuna con una composición diferente adaptada” a la nueva variante, señaló, porque la comunidad científica en todo el mundo necesita “ver más datos sobre el impacto” que tiene ómicron en la efectividad de las vacunas que se han utilizado en las campañas de inmunización.
“Mis tres mensajes ahora son: tenemos más herramientas de las que teníamos antes; estamos preparados para cualquier cambio que se necesite para afrontar la variante ómicron; y aumentar la vacunación ahora, tanto la primaria como refuerzo, ayudará a evitar muertes y hospitalizaciones”, resumió Cooke.
Mutaciones del virus
Los altos cargos de la EMA ofrecieron este martes la última rueda de prensa del año, coincidiendo con el primer aniversario de la aprobación en la Unión Europea (UE) de la vacuna desarrollada por las farmacéuticas Pfizer y BioNTech. Las campañas de vacunación en la UE se iniciaron el 27 de diciembre del 2020, tras la llegada de los primeros lotes de vacunas.
“Tenemos muchas más herramientas a nuestra disposición”, señaló Cooke, quien recordó que las vacunas “protegen de la muerte y la hospitalización” más allá de la aparición de nuevas variantes, por lo que “la prioridad ahora debe ser aumentar” la cobertura de las vacunas primarias y la administración de las dosis de refuerzo.
En la EMA, los científicos son “muy conscientes de que los virus mutan y esta es una situación para la que ya estábamos preparados” desde un punto de vista regulatorio. “Pero quiero insistir: no hay aún respuesta sobre si necesitaremos una vacuna adaptada para abordar esta o cualquier otra variante emergente” del SARS-CoV-2, agregó.
“Lo que sí sabemos es que no tendremos que empezar de cero gracias a nuestros conocimientos previos. Nuestra prioridad ahora es estar preparados en caso de que haya necesidad para tal cambio”, explicó.
El jefe de Estrategia de Vacunación en la EMA, Marco Cavaleri, también subrayó sobre el futuro de la pandemia que no se sabe “cuál será la nueva normalidad, este virus está todavía en una fase pandémica y podría cambiar de forma abrupta de repente en el futuro”, exigiendo o no la adaptación de las vacunas disponibles.
“Tenemos que estar preparados para ver a este virus cambiando con el tiempo, hasta que encuentre una buena posición para vivir entre la comunidad humana, pero eso puede llevar tiempo. De todos modos, tenemos que estar preparados y tenemos todas las herramientas que nos permitirán dar una respuesta y ofrecer vacunas que sean efectivas”, resumió.
300 millones de vacunas al mes
La colaboración cercana entre las farmacéuticas y la EMA para aumentar la capacidad de fabricación de las vacunas ha permitido este año la distribución de 1,000 millones de dosis de vacunas en la UE. Hoy, se producen ya 300 millones de vacunas cada mes en la UE, lo que permite aumentar el suministro europeo y apoyar el acceso global a las vacunas.
Además de Pfizer, la EMA autorizó para el mercado europeo las vacunas de Moderna, AstraZeneca, Janssen (filial de la estadounidense Johnson & Johnson) y, desde ayer, la vacuna estadounidense Nuvaxovid de Novavax, con licencia para su uso en adultos. Solo Pfizer (5 a 17 años) y Moderna (12-17 años) están autorizadas para menores de 18 años.
Además, la UE cuenta con seis tratamientos para COVID-19, incluidos el antiviral Veklury, el inmunosupresor Kineret y varias terapias con anticuerpos monoclonales. “Ninguno es una bala mágica, pero cada uno de ellos es un añadido importante a nuestra caja de herramientas contra el COVID-19 y nos brinda esperanza y posibilidades”, agregó Cooke.