El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) inspeccionó este jueves la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, controlada por las tropas rusas, tras lo cual el jefe de la misión de expertos, Rafael Grossi, decidió establecer una presencia “continuada” en la planta y dejar allí a parte de su equipo al menos hasta el sábado.
Los expertos que inspeccionaron las instalaciones estuvieron acompañados por representantes de la corporación estatal de energía atómica de Rusia, Rosatom, y empleados de la planta, según la agencia oficial rusa RIA Nóvosti.
Grossi, director general del OIEA, abandonó tras unas dos horas el recinto y explicó que en este tiempo él y los otros 13 expertos habían “podido reunir mucha información” en un primer recorrido de las áreas clave.
SE QUEDAN ALGUNOS EXPERTOS DEL OIEA
El argentino explicó que él se marchaba, pero que algunos “expertos del OIEA permanecerán en la central”.
“Estamos terminando nuestra esperada visita a la central nuclear de Zaporiyia (...). Por supuesto, hay mucho más que hacer. Mi equipo se queda. Y lo que es más importante, estamos estableciendo una presencia continuada del OIEA aquí”, dijo posteriormente en un vídeo colgado en su cuenta de Twitter.
Grossi no especificó cuántos expertos deja en la planta, ni por cuánto tiempo, ni tampoco dejó claro si trata de la presencia permanente del OIEA en la central de Zaporiyia que ha exigido el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y que él mismo había planteado a su llegada como “necesaria para estabilizar la situación y obtener regularmente datos fiables e imparciales”.
Según indicó en su cuenta de Telegram la empresa estatal de generación de energía atómica de Ucrania, Energoatom, “se quedan cinco representantes del OIEA” y “se espera que éstos estén en la central nuclear hasta el 3 de septiembre”.
Según dijo a la agencia rusa Interfax el jefe de la administración prorrusa de la ciudad de Energodar, Alexandr Volga, los expertos que se han quedado serán alojados en un hotel de la localidad.
El resto de la delegación, incluido Grossi, debían abandonar el territorio controlado por Rusia antes de las 20.00 hora de Moscú (17.00 GMT), añadió, algo que ya hicieron.
Durante la visita, siempre según las agencias rusas, algunos residentes de Energodar, controlada por Rusia, entregaron a Grossi, un llamamiento para “frenar las provocaciones de Ucrania contra la central nuclear” y un fragmento de un supuesto misil ucraniano.
UN CAMINO DE ALTO RIESGO
La misión llegó poco antes de las 14.30 hora local a la central nuclear, que ha sido objeto en las últimas semanas de constantes ataques que han puesto en riesgo la seguridad nuclear y de los que se acusan mutuamente Rusia y Ucrania.
Hoy mismo uno de los dos reactores que permanecía en funcionamiento fue desactivado por los mecanismos de emergencia “debido a otro ataque con mortero por parte de los ocupantes rusos”, y la línea de suministro de energía de reserva utilizada para las necesidades internas resultó dañada, indicó Energoatom.
“Esta es la segunda vez en los últimos 10 días que las acciones criminales de los militares rusos han provocado el cierre de la unidad y el apagón de la planta”, denunció.
El viaje de la misión, que llegó la víspera a Zaporiyia, hasta la planta, ubicada a unos 120 kilómetros de la ciudad ucraniana de Energodar “no fue fácil”, según Grossi, pues fue de “alto riesgo” debido al recrudecimiento de los combates en la zona.
No obstante, el argentino consideró que existían “las mínimas condiciones para desplazarse” y que, “después de haber llegado tan lejos” el equipo “no iba a parar”.
CRUCE DE ACUSACIONES
Desde primera hora tanto Kiev como Moscú se cruzaron acusaciones de ataques contra la planta, Energodar y la ruta por donde iba a pasar el convoy de la misión, a fin de impedir la inspección.
“Rusia bombardea demostrativamente Energodar, junto a la ruta oficial de la misión del OIEA para culpar a Ucrania. Ese es el interés ‘real’ de Rusia en la inspección”, tuiteó el asesor de la Oficina de la Presidencia ucraniana Mykhailo Podolyak.
El Ministerio de Defensa de Rusia a su vez acusó a Ucrania de haber atacado el punto de encuentro del OIEA con la parte rusa en Vasilievka, cerca de Energodar, de haber bombardeado la central y la ciudad dormitorio que la alberga y de haber intentado “tomar” la planta de Zaporiyia con dos grupos de sabotaje de hasta 60 personas.
En medio de los combates, el convoy del OIEA estuvo parado durante tres horas en el punto de control de Novooleksandrivka, a unos 20 kilómetros de la línea del frente a la espera de que la situación volviera a ser segura para continuar el viaje.
El retraso se produjo en territorio controlado por Ucrania, según el portavoz del organismo, Fredrik Dahl, quien sostuvo que Grossi tuvo que negociar personalmente con las autoridades militares ucranianas para poder proceder.
Según el dirigente prorruso de la región de Zaporiyia, Yevgueni Balitski, los ucranianos habrían reclamado al OIEA “documentos sobre garantías de seguridad para el equipo y quién las asumía”.