La producción económica mundial, ya presionada por el endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales para frenar el aumento de la inflación, sufrió un duro golpe cuando Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, disparando los precios de las materias primas y desencadenando una serie de sanciones económicas. (Foto: Bloomberg)
La producción económica mundial, ya presionada por el endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales para frenar el aumento de la inflación, sufrió un duro golpe cuando Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, disparando los precios de las materias primas y desencadenando una serie de sanciones económicas. (Foto: Bloomberg)

La economía mundial se expandirá más lentamente que lo previsto hace tres meses, según sondeos de Reuters a más de 500 economistas, que afirmaron que el aumento de los precios de las materias primas y la escalada de la guerra entre Rusia y Ucrania podrían provocar otra rebaja.

La producción económica mundial, ya presionada por el endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales para frenar el aumento de la inflación, sufrió un duro golpe cuando Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, disparando los precios de las materias primas y desencadenando una serie de sanciones económicas.

Cuando se les pidió que nombraran los dos mayores riesgos a la baja para la economía mundial este año, las dos principales opciones elegidas por los cerca de 200 encuestados fueron el aumento persistente de los precios de las materias primas y una nueva escalada de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Les siguieron de cerca las interrupciones de la cadena de suministro -exacerbadas por la invasión rusa-, seguidas de los efectos de la inflación de segunda ronda y de unos banqueros centrales demasiado ansiosos.

“Impacto enorme en la oferta”

Incluso sin esos riesgos futuros, la mediana de las previsiones de crecimiento mundial recogidas en las encuestas de Reuters de este mes sobre más de 45 economías se redujo a 3.5% este año y a 3.4% para el 2023, desde 4.3% y 3.6% de un sondeo realizado en enero.

Eso se compara con la predicción del Fondo Monetario Internacional (FMI) de un crecimiento de 3.6% en ambos años.

“Incluso antes de que se intensificara el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, los bancos centrales estaban luchando contra un grave repunte de la inflación que reflejaba la marca de la pandemia, las tensiones en las cadenas de suministro mundiales y los mercados laborales ajustados”, dijo Nathan Sheets, economista jefe global de Citi.

“Pero ahora, además, los efectos indirectos de Ucrania han provocado un impacto enorme en la oferta, lo que nos ha llevado a elevar aún más nuestras previsiones de inflación y a rebajar nuestras perspectivas de crecimiento mundial”.

Los expertos elevaron sus previsiones de inflación para casi todas las economías en cuestión, subrayando la opinión de que la inflación se mantendrá alta y por encima de los objetivos de la mayoría de los bancos centrales durante más tiempo del que se pensaba.

Con una inflación disparada que afecta a gran parte del mundo, sólo 13 de los 25 principales bancos centrales encuestados prevén reducir la inflación hasta el objetivo para finales del 2023, lo que supone un descenso respecto a los 18 de la encuesta de enero.

La mayoría de los bancos centrales prevén seguir adelante con sus planes de endurecimiento de la política monetaria para contrarrestar la inflación, a pesar del riesgo de frenar el crecimiento o incluso, según los indicadores de algunos mercados, de desencadenar una recesión.

“Solo luchar contra el dragón de la inflación parece una tarea difícil. Hacerlo evitando los riesgos de recesión requerirá una política hábil y, probablemente, también algo de suerte”, añadió Sheets, de Citi.

Subidas de tasas

En Estados Unidos, la mayor economía del mundo, se espera que la Reserva Federal (Fed) suba las tasas de interés al menos otros 150 puntos básicos antes de final de año, con la previsión de que el crecimiento se desacelerará hasta 3.3% este año y 2.2% el próximo, frente al 3.6% y 2.4% previstos el mes pasado.

Los economistas dieron un 25% de probabilidad de recesión en Estados Unidos en los próximos 12 meses y un 40% en dos años.

El crecimiento económico de la zona euro se espera que sea de 2.9% este año y de 2.3% en el 2023, por debajo del 3.8% y 2.5% previstos hace un mes. Las medianas de las encuestas también mostraban que el Banco Central Europeo (BCE) subiría su tasa de depósito este año, con un 30% de probabilidad de recesión dentro de 12 meses.

“Lo más importante es que, con o sin recesión, el rendimiento de las principales economías del mundo será probablemente más débil de lo que la mayoría prevé actualmente”, dijo Neil Shearing, economista jefe del grupo Capital Economics.

“La evolución del primer trimestre no ha hecho más que reforzar nuestra creencia de que el 2022 será un año en el que la mayoría de las economías pasarán apuros”.

En Reino Unido, es probable que la crisis del costo de la vida afecte gravemente al crecimiento económico este año, pero se prevé que el Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) siga adelante con la subida de los costos de los préstamos.

El Banco de Japón, que no ha conseguido que la inflación se acerque a su objetivo desde hace décadas, no endurecería su política en breve, a pesar de la subida de los precios mundiales.

Este escenario de tasas de interés ha tenido un efecto dramático en el yen, que la semana pasada se hundió hasta un mínimo de 20 años frente al dólar.

Las estimaciones de crecimiento se redujeron para la mayoría de las economías asiáticas encuestadas, ya que los reveses económicos de China han ensombrecido las perspectivas de los países de su órbita, desde Corea del Sur hasta Tailandia.

Es probable que esto tenga un impacto económico no sólo para la región, sino también para el mundo en general.