El crecimiento económico en la eurozona se ralentizó a 0.2% en un primer trimestre de año marcado por la guerra en Ucrania y la escalada de la inflación, que durante abril volvió a subir una décima y establece un nuevo récord en 7.5%, según datos preliminares publicados por Eurostat.
En el conjunto de la Unión Europea (UE), el avance del Producto Bruto Interno (PBI) en comparación con el trimestre previo fue de 0.4%, con lo que el crecimiento se queda en ambas zonas una décima por debajo del registrado en los últimos tres meses del 2021.
Las primeras estimaciones de la oficina de estadística comunitaria reflejan que la economía aminoró el paso en la mayoría de países europeos y que, entre los grandes del euro, el avance del PBI fue, en el mejor de los casos, de apenas unas décimas.
Crecimiento débil
La economía española fue la que más creció con una subida de 0.3%, muy lejos del 2.2% cosechado en el último trimestre del 2021, debido a la contracción del consumo de los hogares por la pandemia y la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania que comenzó el 24 de febrero, según transmitió el Instituto Nacional de Estadística.
Mientras que Alemania logró esquivar la recesión técnica gracias a una subida del PBI del 0.2% impulsada por las inversiones, tras haber caído 0.3% en el último trimestre del año pasado.
Por el contrario, la economía francesa se estancó y la italiana cayó 0.2%, frente al avance previo de 0.8% y 0.7%, respectivamente, penalizadas en ambos casos por la alta inflación y el descenso del consumo de los hogares.
Los datos, que Eurostat completará y actualizará en mayo, confirman las previsiones que apuntaban a que el crecimiento económico se debilitaría ya en el primer trimestre por la guerra de Ucrania, que ha agravado la subida de los precios de la energía y generado nuevos problemas de suministro.
“Vemos una economía de la eurozona que ha atravesado un trimestre turbulento pero ha logrado a duras penas una pequeña cifra de crecimiento positivo, con el impacto de ómicron más suave de lo previsto y la guerra en Ucrania teniendo un impacto cada vez mayor desde principios de marzo”, analiza el economista de ING Bert Colijn.
La reapertura de la economía, apunta, “ha impulsado el crecimiento hasta cierto punto y pospuesto el daño que los altos precios traerán para el consumo de los hogares”.
La inflación sube a 7.5%
Y es que el frenazo de la economía en el primer trimestre del año viene acompañados de niveles récord en el frente de la inflación, que en abril se situó en 7.5% en la zona euro en términos interanuales, un porcentaje superior a la cifra observada en marzo.
La principal causa del incremento de los precios siguen siendo los productos energéticos, que ya estaban disparados meses antes de la guerra rusa en Ucrania pero que se han desorbitado desde el inicio de la invasión, conducidos principalmente por la elevada cotización del gas.
Aun así, el alza del precio de la energía, según la estimación preliminar de Eurostat, se moderó en abril, puesto que en marzo superaba el 44.4% y en marzo se contrajo más de seis puntos, hasta el 38%.
Por contra, el precio del resto de categorías de productos continuó su senda de crecimiento, con los alimentos no procesados encabezando la lista con una inflación de 9.2%, seguidos de los alimentos procesados, el alcohol y el tabaco (5.5%), los bienes industriales no energéticos (3.8%) y los servicios (3.3%).
Por países, los socios del Báltico son los que están sufriendo un mayor golpe, con tasas de inflación de 19% en Estonia, de 16.6% en Lituania y de 13.2% en Letonia, mientras que los países de la moneda común con menores incrementos de sus precios en abril fueron Malta (4.9%), Francia (5.4%), Finlandia (5.6%) e Italia (6.6%)
Estos datos siguen presionando al Banco Central Europeo (BCE), cuyo vicepresidente, Luis de Guindos, aseguró este jueves ante la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo que la inflación seguirá “probablemente” siendo alta durante los próximos meses.
Puntualizó que las expectativas de inflación “han aumentado en los meses recientes y los signos iniciales de revisiones por encima del objetivo en estas mediciones justifican una vigilancia estrecha”.