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Los contratos para comprar viviendas usadas en Estados Unidos cayeron por tercer mes consecutivo en agosto, impulsado por el aumento de las tasas hipotecarias y los altos precios en el mercado, que están erosionando la asequibilidad.
La Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR) señaló que su índice de ventas de viviendas pendientes, basado en contratos firmados, bajó un 2,0% a 88,4 el mes pasado, el nivel más bajo desde abril de 2020. Los contratos han disminuido en nueve de los últimos 10 meses.
Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que los contratos, que se convierten en ventas después de uno o dos meses, caerían un 1,4%. Las ventas pendientes de viviendas se desplomaron un 24,2% en agosto sobre una base interanual.
El endurecimiento agresivo de la política monetaria de la Reserva Federal, marcado por aumentos exagerados de las tasas de interés, ha debilitado significativamente el mercado de la vivienda. El banco central estadounidense elevó la semana pasada su tasa de interés oficial en 75 puntos básicos, su tercer aumento consecutivo de ese tamaño.
Señaló aumentos más grandes por venir este año. Desde marzo, la FED ha incrementado su tasa de política monetaria desde casi cero al rango actual de 3,00% a 3,25%.
Las tasas hipotecarias han aumentado aún más rápido. La tasa hipotecaria fija a 30 años promedió 6,29% la semana pasada, la más alta desde octubre de 2008, desde el 6,02% de la semana anterior, según datos de la agencia de financiamiento hipotecario Freddie Mac.
La caída en los contratos firmados en agosto sugirió que las ventas de viviendas usadas continuarían descendiendo en los próximos meses. Las ventas de viviendas de segunda mano disminuyeron por séptimo mes consecutivo el mes pasado.
Aunque el aumento del precio de la vivienda se está desacelerando en respuesta a la débil demanda, los valores de las casas siguen siendo altos.
Datos del martes mostraron que el índice nacional de precios de la vivienda S&P CoreLogic Case-Shiller aumentó un 15,8% interanual en julio, desacelerándose desde un avance del 18,1% en junio. En términos mensuales, los precios cedieron un 0,3% en julio, la primera caída desde finales de 2018.
