Las protestas masivas que se extienden por varias ciudades de Estados Unidos tras la muerte de un afroestadounidense a manos de un policía en Minnesota han sacudido a la comunidad sanitaria y aumentado los temores de que las enormes muchedumbres provoquen una nueva oleada de casos de coronavirus.
Varios líderes que piden calma en las zonas donde la gente ha destrozado escaparates de tiendas y vehículos policiales en noches recientes han estado distribuyendo mascarillas y advirtiendo a los manifestantes sobre el riesgo que representa no acatar las medidas sanitarias ante la propagación de la enfermedad.
“Si saliste a protestar anoche, es muy probable que necesites realizarte una prueba de COVID esta semana”, sostuvo la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, el sábado por la noche. “Aún existe una pandemia en Estados Unidos que está matando a la comunidad negra en grandes cantidades”.
El gobernador de Minnesota señaló el sábado que muchos manifestantes no respetaron el distanciamiento social ni usaron mascarillas después de acatar a los exhortos a principios de semana. Pero muchos parecían resueltos.
“No está bien que en medio de una pandemia tengamos que estar aquí afuera, arriesgando nuestras vidas”, dijo Spence Ingram el viernes, después de marchar con otros manifestantes al Capitolio estatal en Atlanta. “Pero tengo que protestar por mi vida y luchar por mi vida todo el tiempo”.
Ingram, de 25 años y quien usaba una mascarilla, dijo que ella padece de asma y le preocupaba contraer el virus. Pero subrayó que, como mujer negra, siempre sentía que su vida estaba bajo amenaza de la policía y por ello necesitaba protestar.
Las protestas por la muerte de George Floyd, un hombre de raza negra que falleció luego que un agente blanco de Minneapolis presionara su rodilla contra su cuello, se desarrollan en un momento en que muchas ciudades comienzan a relajar las órdenes de permanecer en casa.
Eso es particularmente preocupante para expertos en salud que temen que los portadores asintomáticos del virus inconscientemente contagien a otros en reuniones con personas unas junto a otras, y gritando y abucheando sin portar mascarillas.
“Si están enardecidos o no, eso no evita que se contagien del virus”, explicó Bradley Pollock, presidente del Departamento de Ciencias de la Salud Pública en la Universidad de California, Davis.
Incluso para muchos manifestantes que han utilizado cubrebocas, eso no garantiza protección contra el coronavirus. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan mascarillas de tela porque pueden hacer que sea más complicado que las personas infectadas propaguen el virus, pero no están diseñadas para proteger de contagio a la persona que la porta.
Estados Unidos es el país más afectado por el brote del coronavirus, con más de 1.7 millones de casos y más de 103,000 muertes, según un conteo de la Universidad Johns Hopkins.