Kimberly Breier, la encargada de las relaciones con América Latina en el Departamento de Estado de Estados Unidos, anunció su dimisión sin mencionar las razones de su decisión.
En un mensaje publicado en español en su cuenta de Twitter, la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica agradeció al presidente Donald Trump y al secretario de Estado, Mike Pompeo, “por la oportunidad de servir” en ese cargo.
Asimismo, Breier expresó su gratitud hacia la hija del presidente, Ivanka Trump, y a su esposo Jared “por su amistad y apoyo”.
Breier, de 46 años, formó parte del Consejo de Seguridad Nacional en la Presidencia de George W. Bush (2001-2009), donde analizó informes de la Agencia Central de Inteligencia sobre la región, y se sumó a la Administración de Trump el 7 de noviembre del año pasado.
El diario Politico citó funcionarios no identificados según los cuales la dimisión de Breier se debe, principalmente, a sus responsabilidades familiares, aunque una fuente mencionó a ese medio como motivo discrepancias con el manejo de las políticas de Trump en materia de migración y comercio.
El diario The Washington Post, por su lado, sostuvo que Breier puso objeciones al reciente acuerdo entre Estados Unidos y Guatemala bajo el cual el país centroamericano alojará a migrantes de otros países, principalmente El Salvador y Honduras, mientras tramitan sus peticiones de asilo en Estados Unidos.
Las fuentes del Post comentaron que Breier no se ha opuesto a las políticas de Trump en la región pero que estaba incómoda con el nivel de control ejercido por la Casa Blanca sobre la cuestión de la inmigración y las relaciones comerciales con México.
La renuncia de Breier se suma a la dimisión de otros subsecretarios en el Departamento de Estado.
Entre los diplomáticos que han abandonado la Administración Trump se cuentan A. Wess Mitchell, quien estaba encargado de asuntos europeos; Yleem Poblete quien trabajaba en control y verificación de pactos sobre armamentos, y Kiron Skinner, quien dirigía la oficina de planificación política en el Departamento de Estado.
Durante su gestión de diez meses en la cancillería, Breier no se ganó muchas simpatías en el Congreso, ya que se rehusó a testificar ante los legisladores.
Según fuentes del Congreso que no identifica Politico, en una reunión del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, hace dos semanas, los republicanos Marco Rubio, de Florida, y Todd Young, de Indiana, expresaron su frustración porque ni Breier ni ninguna otra persona de su despacho concurrió a dos audiencias sobre América Central y Colombia.