Hace más de una década, cuando Melissa Martinez solicitó que su préstamo fuera eliminado, el Departamento de Educación de los Estados Unidos le dijo que no era candidata.
Martinez, quién es profesora universitaria, intento de nuevo el año pasado y logró que se le eliminara los últimos US$ 6,000 de su préstamo estudiantil que tramitó para financiar su doctorado. Y lo logró, como muchos otros:
Hasta la fecha se le ha eliminado el resto de su deuda estudiantil a más de 145,000 solicitantes por medio del programa de Condonación de Préstamos por Servicio Público, de acuerdo a nueva información publicada por el gobierno federal.
Miles de millones de personas han finalizado sus solicitudes y, de acuerdo con funcionarios públicos, es posible que aún más personas califiquen para el programa. La mayoría de las condonaciones de deuda ha ocurrido a partir de octubre del año pasado, cuando el gobierno temporalmente pausó ciertas restricciones del programa. Sin embargo, dichos cambios sólo serán válidos hasta el 31 de octubre.
Últimamente, la deuda estudiantil es un tema que se ha empezado a discutir frecuentemente alrededor del país. Un estimado de 43 millones de estadounidenses cuentan con préstamos por un valor total aproximado de US$ 1.6 billones, de acuerdo con datos del gobierno federal. Los pagos de préstamos estudiantiles fueron pausados al inicio de la pandemia y seguirán en pausa hasta el 31 de agosto. Se espera que el presidente Joe Biden anuncie más actualizaciones sobre la deuda estudiantil antes de la fecha límite.
La mayoría de las condonaciones han ocurrido desde el año pasado, cuando el gobierno cambió las reglas estrictas del programa. Anteriormente, el programa había rechazado a más del 90% de los solicitantes, los cuales incluyen a personal de escuelas, gobierno y organizaciones sin fines de lucro, de acuerdo con un comunicado del Departamento de Educación del 2019.
Un representante del Departamento de Educación dijo el miércoles que anteriormente la mayoría de prestamistas eran rechazados para el programa porque su trabajo no cumplía con los requisitos, las fechas de inicio en los empleos no eran congruentes con las fechas en las que se sacaron los préstamos estudiantiles o algunos solicitantes no tenían préstamos directos.
“Pensé que tal vez esta vez iba a funcionar”, dijo Martínez, quién se graduó de la Universidad de Texas, Austin, en el 2010 con un doctorado en administración educacional.
Manifestó que el dinero que se ahorró por la condonación lo usará para reducir su deuda de tarjetas de crédito y como fondo de ahorro para emergencias o gastos inesperados. “Saber que el resto (de la deuda) está eliminado me quita un gran peso de encima”, declaró.
Aunque la fecha límite es en octubre, Martinez aconseja que las personas que califican para el programa empiecen el trámite lo antes posible. Para ella, el proceso de solicitud fue difícil de navegar, incluso cuando muchas de las restricciones están en pausa. A ella le tomó cinco meses para terminar el proceso y esperó otros tres para saber si había sido aceptaba en el programa.
“Recuerdo haber llamado y esperado en el teléfono por una hora”, dijo Martinez, quién tuvo que enviar su prueba de empleo dos veces debido a que la primera vez le fue rechazada.
El programa de Condonación de Préstamos por Servicio Público, inaugurado en el 2007 con el fin de alentar a profesionistas a trabajar en el sector público, elimina deudas a quienes paguen mensualmente por diez años mientras que trabajen en el servicio público o después de hacer 120 pagos mensuales sobre cualquier período de tiempo siempre que estén en el servicio público.
Hasta la fecha, el monto total de deuda federal condonada es de alrededor de US$ 8,100 millones. Pero esa cantidad es sólo una fracción del dinero que podría ser eliminado bajo este programa. El promedio de deuda individual condonada es de US$ 64,968.
“El programa parece muy simple, las personas se comprometen a trabajar para su nación y sus comunidades y a cambio el gobierno les promete eliminar su deuda estudiantil”, señaló Kat Welbeck, consejera de derechos civiles en el Student Borrower Protection Center.
“Hemos visto durante estos 14 años que muchas personas han sido atrapadas en problemas administrativos y no saben que tienen acceso a este programa, o se les ha dicho que no tienen acceso incluso cuando si son elegibles por medio de su trabajo”, comentó.
Bajo las nuevas reglas, el programa ahora acepta pagos que antes eran inelegibles. Tal es el caso de personas que, por error o por falta de conocimiento, se inscribieron a planes de pago que no calificaban para el programa.
“Creo que es un gran incentivo, especialmente para los maestros. Muchos trabajan demasiado y no reciben el salario necesario para vivir y aparte tienen su deuda estudiantil que pagar,” indicó Martinez.
El periodo de extensión ha cambiado la vida de los prestamistas, quienes finalmente han recibido el crédito de los pagos que han hecho durante los años que han trabajado en el sector público. Algunos han llorado de felicidad al ver qué su deuda baja a cero, dijo Welbeck.
“Hay muchas más personas a las que se les tiene que contactar. Y solamente es un año, así qué estamos operando con urgencia”, añadió.
Martinez alienta a todas las personas a que soliciten este programa durante este periodo de extensión, incluso cuando se sientan frustrados. Dijo que vale la pena el tiempo y esfuerzo invertido cuando ves que tu deuda es eliminada.
Es posible que prestamistas que se encuentren sin empleo o ya no trabajen en el sector público sigan siendo elegibles, de acuerdo con el Departamento de Educación. Además, los meses en que los pagos de deuda estudiantil han sido pausados debido a la pandemia siguen contando hacia los 120 pagos necesarios en el programa.
El miércoles, el gobierno de Biden anunció su propuesta de nuevas reglas para el programa que empezarían a ser válidas desde julio del 2023. Estas nuevas reglas permitirían a los prestamistas hacer pagos tardíos o parciales.
Bajo las reglas originales, los prestamistas tienen que pagar la cantidad completa a más tardar 15 días después de la fecha límite para que su crédito contara como parte de los 120 pagos mensuales. La nueva propuesta relajaría esas reglas y los prestamistas podrían continuar su progreso sin que no les contaran los pagos qué se hicieron tarde o incompletos.
Las excepciones temporales que se terminan el 31 de octubre fueron establecidas con el propósito de que se facilitara el proceso de saber cuáles tipos de préstamos califican para el programa. En ocasiones, prestamistas pagaron por años y después se enteraron que sus pagos no valían para el programa.
Los tipos de préstamos que califican al programa no cambiarán bajo las nuevas reglas propuestas, pero se les busca dar más flexibilidad a los prestamistas para qué no pierdan su proceso hecho para la condonación de su deuda a causa de pagos tardíos.