El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, en un discurso que confirmó una recuperación económica en curso en Estados Unidos y explicó por qué no hay apuro por endurecer la política monetaria, dio un relato detallado de por qué considera que un aumento de la inflación es temporal y no ofreció señales sobre cuándo el banco central planea recortar sus compras de activos más allá de decir que podría ser “este año”.
En un discurso el viernes en la conferencia de Jackson Hole, Powell indicó que la Fed seguirá siendo cautelosa en cualquier eventual decisión para subir las tasas de interés mientras busca ayudar a la economía a volver al pleno empleo.
Sostuvo que quiere evitar perseguir una inflación “transitoria” y potencialmente desalentar el crecimiento del empleo en el proceso, en efecto una defensa del nuevo enfoque del organismo.
Sobre la separada y posible inminente decisión de comenzar a reducir sus US$ 120,000 millones en compras mensuales de activos, Powell afirmó que concuerda con la mayoría de sus colegas de que si el aumento del empleo sigue “sería apropiado este año”.
Las semanas tras la reunión en julio “trajeron más progreso” hacia la reparación del mercado laboral, dijo Powell, con casi un millón de puestos agregados y un esperado continuo progreso.
Pero también coincide con la mayor propagación de la variante Delta, lo que aumenta los riesgos que deberían evaluarse a medida que continúa el debate sobre el “taper” antes del encuentro de setiembre del organismo.
En los días previos al discurso de Powell, varios presidentes de bancos regionales de la Fed dijeron que estaban ansiosos por iniciar una reducción gradual y recortar las compras rápidamente. Algunos argumentaron que el cambio era necesario para prepararse para un aumento de las tasas de interés que podría ser necesario antes de esperado.
Powell, sin embargo, no se comprometió y no dio ninguna indicación de cuándo podría comenzar una reducción en la compra de bonos.
“Seremos cuidadosos al evaluar los datos entrantes y los riesgos en evolución”, dijo Powell, señalando que las discusiones sobre exactamente cuándo comenzar a reducir el programa no solo siguen sin resolverse, sino que hay que enfrentarse a los riesgos económicos y de salud que plantea la variante de coronavirus altamente contagiosa.
Preparados para ajustar
Los comentarios ofrecieron una amplia hoja de ruta sobre dónde se encuentra la Fed a medida que se aleja de las políticas implementadas para contrarrestar el impacto económico de la pandemia, al tiempo que toman en cuenta el hecho de que la crisis de salud no ha pasado y que millones de estadounidenses siguen sin empleo.
Dejar atrás las compras de activos parece ahora solo una cuestión de tiempo, siempre que continúe el sólido crecimiento del empleo en agosto y el otoño boreal.
Las autoridades de la Fed han dicho que esperan que la resurgente crisis sanitaria no interferirá con la recuperación. Pero obligó al propio banco central a trasladar su simposio de Jackson Hole de un resort en las montañas de Wyoming a un evento virtual por segundo año consecutivo.
Las expectativas de un continuo crecimiento del empleo se basan en parte en la reapertura de las escuelas, la reducción de las limitaciones de cuidados infantiles y un retorno constante del gasto de los consumidores en actividades de contacto cercano, desarrollos que pueden verse influenciados por el empeoramiento del brote.
Las autoridades de la Fed “esperan ver una continua fuerte creación de empleo. Y sabremos más sobre los efectos de la variante Delta”, señaló Powell. “Por ahora, creo que la política monetaria está bien posicionada; como siempre, estamos preparados para ajustar”.
Gran parte del discurso de Powell se dedicó a exponer por qué cree que es probable que ceda la alta inflación actual, apuntando una lista de factores, desde los cuellos de botella de la cadena de suministro que probablemente se aliviarán hasta la globalización que actúa como un ancla sobre los precios.
Aunque el actual ritmo acelerado de los aumentos de precios es “un motivo de preocupación”, también sería perjudicial, afirmó, si la Fed apura cualquier cambio de política monetaria y particularmente con una decisión prematura de subir la tasa de interés referencial a un día del banco central desde el nivel actual cercano a cero.
“Tenemos mucho camino por recorrer para alcanzar el máximo empleo, y el tiempo dirá si hemos alcanzado el 2% de inflación en una base sostenible”, aseguró Powell.
“Si un banco central endurece la política monetaria en respuesta a factores que resultan ser temporales los movimientos inoportunos desaceleran innecesariamente las contrataciones y otras actividades económicas y llevan a la inflación por debajo de lo deseado”, señaló.
“Hoy, con una holgura sustancial en el mercado laboral y una pandemia que continúa, tal error podría ser particularmente dañino”, agregó.