(Foto: Difusión)
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Las estadounidenses, tradicionalmente quienes toman la mayoría de las decisiones de salud en sus familias, son más cautas que los hombres frente a las nuevas vacunas para el según un sondeo de Reuters/Ipsos, lo que presenta un posible reto a los esfuerzos para inmunizar al público.

La encuesta de opinión nacional, realizada del 2 al 8 de diciembre, mostró que el 35% de las mujeres dijeron que no estaban para nada o no muy interesadas en recibir una vacuna, un aumento de 9 puntos con respecto a un sondeo similar realizado en mayo cuando las recién se estaban desarrollando.

Alrededor del 55% de las mujeres dijeron que estaban “muy” o “algo” interesadas en vacunarse, una caída de aproximadamente 6 puntos porcentuales. Mientras tanto, el 68% de los hombres dijeron que se vacunarían, lo que no ha cambiado desde mayo.

En general, el 61% de los estadounidenses dijeron en diciembre que estaban dispuestos a vacunarse, una disminución de 4 puntos desde mayo. La última encuesta también registró una fuerte caída en el número de padres dispuestos inmunizar a sus hijos: 53% frente al 62% en mayo.

Convencer a las mujeres de que acepten la vacuna será fundamental para frenar la propagación del nuevo coronavirus porque las madres tienden a ser las que hacen las citas con el médico y se mantienen al día con las vacunas, dijo Rupali Limaye, directora de ciencia del comportamiento e implementación en la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health.

“Las mujeres simplemente tienden a ser más cuidadosas. Tienden a leer mucho más”, afirmó Limaye, por lo que asegurarles que no se tomaron atajos en el proceso de aprobación de la vacuna será crucial.

Las madres toman alrededor del 80% de las decisiones de atención médica de sus hijos y es más probable que sean las cuidadoras cuando un niño se enferma, según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos.

Y un estudio de la del 2018 encontró que al empoderar a las mujeres del sudeste asiático y mejorar su acceso a la información médica, la cobertura de vacunas infantiles y los resultados de salud mejoraron.

Entre las mujeres que dijeron en la consulta que no estaban interesadas en la vacuna, el 60% indicó que estaban “nerviosas por vacunarse de inmediato con una nueva vacuna que ha sido aprobada tan rápidamente”. El 48% de esas mujeres no interesadas afirmó que “los riesgos de tomar una nueva vacuna superan cualquier beneficio”.

Otro 38% sostuvo que no estaba interesado en la vacuna porque no confía en las empresas que las fabrican y el 27% dijo que no cree que una vacuna los proteja adecuadamente.

Gran Bretaña comenzó esta semana las inoculaciones con una vacuna desarrollada por BioNTech y Pfizer, menos de un año después de que se publicó por primera vez el código genético del SARS-CoV-2. Un panel de asesores externos de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos dio luz verde el jueves al uso de emergencia de la vacuna Pfizer y se esperaba la autorización de la FDA en unos días.

Los científicos creen que la “inmunidad colectiva” contra el virus podría lograrse una vez que aproximadamente el 70% de la población haya estado expuesta a él, ya sea a través de una infección natural o una vacuna.

División política

Entre quienes respondieron al sondeo de Reuters/Ipsos estuvo Alice Bayless, enfermera de 56 años de Merritt Island, Florida, quien dijo que no planea recibir la vacuna COVID-19 aun si el hospital donde trabaja la pone a disposición.

“Se apresuraron a hacerlo, tan rápido que apenas obtuvieron la aprobación de la FDA”, declaró. “Solo quiero esperar y ver qué pasa”.

Bayless opina que las personas mayores y aquellas con problemas de salud subyacentes deben vacunarse, pero no hay prisa para las personas que no tienen un alto riesgo de COVID-19, que ha provocado la muerte de 290,000 personas en Estados Unidos, el país con más decesos por la enfermedad en el mundo.

Tameka Dumas, de 47 años, de Granada, Mississippi, dijo que, al igual que muchos encuestados, le gustaría ver primero cómo le va a alguien en el año siguiente a la vacunación. “Creo que se apresuró a salir al mercado demasiado rápido”, dijo.

La política también entra en juego. Según la encuesta, los republicanos, que en general han tenido menos probabilidades que otros de usar mascarillas o expresar preocupaciones sobre el virus, también parecían tener menos probabilidades de vacunarse: el 53% dijo que estaba interesado en una vacuna, en comparación con el 75% de demócratas.

Los afroamericanos tenían menos probabilidades de recibir la vacuna: el 49% señaló que estaba interesado en la vacuna, en comparación con el 63% de los blancos y el 61% de los hispanos.

El 56% de los adultos de entre 18 y 34 años estaban interesados en una vacuna, en comparación con el 69% de las personas de 55 años o mayores.

El sondeo de Reuters/Ipsos se realizó en línea, en inglés, en todo Estados Unidos. Recopiló respuestas de 4,419 adultos estadounidenses, incluidos 1,216 que dijeron que no estaban interesados en recibir una vacuna contra el coronavirus.

La encuesta tiene un intervalo de credibilidad, una medida de precisión, de aproximadamente 2 puntos porcentuales para toda la muestra y 5 puntos para grupos más pequeños como los afroamericanos.