General Mark Milley hizo estas declaraciones en una comparecencia ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara Baja, junto al secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, sobre el presupuesto militar para el año fiscal 2023 (que comienza en octubre) solicitado por el Gobierno del presidente Joe Biden al Congreso. (Olivier DOULIERY / AFP).
General Mark Milley hizo estas declaraciones en una comparecencia ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara Baja, junto al secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, sobre el presupuesto militar para el año fiscal 2023 (que comienza en octubre) solicitado por el Gobierno del presidente Joe Biden al Congreso. (Olivier DOULIERY / AFP).

El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, general Mark Milley, advirtió que el riesgo de que se produzca una confrontación “significativa” entre las grandes potencias mundiales “está creciendo, más que decrecer”.

Milley hizo estas declaraciones en una comparecencia ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara Baja, junto al secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, sobre el presupuesto militar para el año fiscal 2023 (que comienza en octubre) solicitado por el Gobierno del presidente Joe Biden al Congreso.

A la hora de defender el incremento del presupuesto para defensa un 4% respecto al 2022, Milley aseguró que Estados Unidos hace frente a dos potencias globales, China y Rusia, “con capacidades militares significativas, que intentan fundamentalmente modificar las normas en las que se basa el orden global actual”.

“Estamos entrando en un mundo que se está convirtiendo en más inestable y la posibilidad de un conflicto internacional significativo entre las grandes potencias está aumentando, no disminuyendo”, indicó el general.

Recordó que en sus 42 años de servicio ha sido testigo de la mayor paz y seguridad en Europa, “y quizás en el mundo”.

Sin embargo, “la invasión rusa de Ucrania está amenazando no solo con socavar la paz y la estabilidad europeas, sino la global, que mis padres y una generación de estadounidenses luchó muy duro para defender”, reflexionó.

Destacó que actualmente hay unos 400,000 soldados estadounidenses “en guardia” desplegados en 155 países y llevando a cabo operaciones a diario.

Por su parte, Austin defendió el presupuesto de defensa solicitado al Congreso, que incluye “más de US$ 56,000 millones para plataformas y sistemas de la fuerza aérea; más de US$ 40,000 millones para mantener el dominio de los mares, lo que engloba la compra de nueve fragatas de guerra, y casi US$ 13,000 millones para respaldar y modernizar la fuerza terrestre”.

Agregó que este presupuesto, de ser aprobado, busca un aumento del sueldo de 4.6% del personal castrense, así como inversiones en la salud mental de los soldados y la lucha contra los abusos sexuales en las Fuerzas Armadas.

La propuesta presupuestaria desglosada por Austin contempla US$ 6,000 millones para la Iniciativa de Disuasión en el Pacífico para contrarrestar los desafíos que presenta China.

“Vamos a mejorar nuestra postura, infraestructuras, presencia y preparación en el Indopacífico, lo que incluye un sistema de defensa antimisiles en Guam”, detalló el jefe del Pentágono.

En paralelo, el Departamento de Defensa solicita más de US$ 130,000 millones “para investigación, desarrollo, pruebas y evaluación”, un incremento de 10% respecto al presupuesto previo, ya que Estados Unidos quiere impulsar la Inteligencia Artificial y sus capacidades en el espacio y en ciberdefensa.

A finales de marzo, el Gobierno de Biden presentó un proyecto presupuestario de US$ 5.79 billones, con un mayor gasto en defensa coincidiendo con la guerra en Ucrania, que quiere financiar subiendo los impuestos a las corporaciones y los más ricos.

En concreto, el Ejecutivo quiere destinar US$ 813,000 millones a defensa, lo que supone un incremento de 4% respecto al año fiscal 2022, de los que US$ 31,000 millones serían en gasto nuevo.

Para la guerra en Ucrania y reforzar el flanco este de la OTAN, la Administración de Biden busca asignar US$ 6,900 millones con el fin de “contrarrestar” la invasión rusa del territorio ucraniano.