Los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) parecen dispuestos a acelerar la reducción de su programa de compra de bonos cuando se reúnan este mes, pese a que los aumentos de empleo de noviembre no cumplieron con las expectativas, porque quieren tomar precauciones en caso de que la inflación no retroceda el próximo año, como se espera.
Los empresarios estadounidenses sumaron 210,000 puestos de trabajo el mes pasado, mostró un reporte del Departamento de Trabajo, menos de la mitad de lo que esperaban los economistas. Sin embargo, los ingresos medios por hora en los últimos 12 meses aumentaron 4.8% y el desempleo bajó a 4.2%.
Poco después de la publicación del informe, el presidente de la Fed de Saint Louis, James Bullard, intensificó su llamado a medidas más rápidas del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el encargado de fijar la política monetaria de la Fed.
Bullard dijo que más colegas están cómodos con la idea de acelerar la reducción de la compra de bonos. “El peligro ahora es que tengamos demasiada inflación. Las próximas reuniones son el momento para que el FOMC reaccione”, agregó.
La Fed ha mantenido las tasas de interés cerca de cero desde marzo del 2020. El mes pasado, citando un avance sustancial del mercado laboral y una inflación superior a la esperada, comenzó a reducir los US$ 120,000 millones de compras mensuales de bonos a un ritmo en que acabará con ellas en junio del 2022.
Pero, con una inflación que es más del doble del objetivo de 2% y con un mayor riesgo de que no retroceda el próximo año tan rápidamente, el presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó esta semana que en la reunión de política monetaria del 14 y 15 de diciembre considerarán acelerar la reducción en unos meses.
“Esto no hace nada para descarrilar a la Fed de un ‘taper’ (reducción de compra de bonos) más rápido”, dijo Sameer Samana, estratega senior de mercado global en Wells Fargo Investment Institute, que calificó el informe de empleo como “sólido”. “No estoy seguro de que haya algo aquí que les haga cambiar de opinión”, agregó.
¿Alza antes de junio?
Bullard ha estado durante meses en el extremo más duro del espectro de política monetaria de la Fed, pero en las últimas semanas más colegas se han unido a su deseo de considerar la opción de subir las tasas antes de junio.
Los funcionarios de la Fed están en general de acuerdo en que el alza de los tipos desde cerca de cero sólo debería empezar cuando el banco central haya dejado de comprar bonos.
El informe laboral del viernes mostró el mayor aumento de la participación en la fuerza laboral en 13 meses y la entrada de mujeres a la fuerza laboral al ritmo más rápido desde marzo.
“Creemos que la Fed considerará que la economía está cerca del pleno empleo”, escribieron economistas de Barclays en una nota, añadiendo que no sólo esperan que el banco central acelere su ‘taper’ en diciembre, sino que empiece a subir las tasas en marzo.
Los economistas de Goldman Sachs señalaron tras el informe que la tasa de respuesta a la encuesta con la que se elabora la cifra de las nóminas fue la más baja para un noviembre en 13 años. En varios meses de este año ha habido revisiones al alza en lecturas posteriores, debido en parte a la dificultad de recoger datos durante la pandemia.