El banco central suele evitar decisiones sobre política monetaria en periodos de incertidumbre por temor a empeorar la situación económica, pero Powell consideró necesario aumentar el precio del dinero cuanto antes. Kevin Dietsch/Pool via REUTERS/File Photo
El banco central suele evitar decisiones sobre política monetaria en periodos de incertidumbre por temor a empeorar la situación económica, pero Powell consideró necesario aumentar el precio del dinero cuanto antes. Kevin Dietsch/Pool via REUTERS/File Photo

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos empezó este martes su reunión de dos días al término de la cual ya adelantó que subirá los tipos de interés en 0.25 puntos, después de que estos permanecieran inmóviles en un rango de entre 0% y 0.25% desde que empezó la pandemia.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, anunció el pasado 2 de marzo ante el Comité Financiero de la Cámara de Representantes su intención de proponer en la citada reunión una subida de los tipos de interés de 0.25 puntos para luchar contra la inflación desbocada.

Los tipos de interés han permanecido inusualmente bajos desde marzo del 2020 para tratar de estimular la actividad económica y superar la recesión creada por el impacto del COVID-19.

Sin embargo, dos años con el precio del dinero por los suelos unidos a los fuertes desajustes entre oferta y demanda a raíz de la recuperación económica han disparado la inflación en Estados Unidos y otras partes del mundo hasta niveles no vistos desde hace décadas.

La semana pasada se conoció que el Índice de Precios al Consumo en Estados Unidos (IPC, lo que paga el consumidor final) se disparó en febrero hasta 7.9% -cuatro décimas por encima de la de enero-, lo que supone el registro más alto de los precios de consumo en este país desde principios de 1982.

Y este mismo martes, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos informó que los precios que los productores pagan en Estados Unidos por las materias primas y otros suministros subieron un 10 % en tasa interanual el pasado mes de febrero.

Así, el Índice de Precios al Productor (IPP) experimentó en el segundo mes del año una fuerte crecida, por encima de las vividas en los tres meses anteriores (todas ellas de entre el 9.7% y 9.8%).

Aunque la inflación ya estaba disparada desde antes de febrero, la invasión rusa de Ucrania, que empezó el pasado 24 de febrero, está aplicando todavía más presión sobre los precios, especialmente los de la energía y los alimentos, dos sectores de los que Rusia y Ucrania son grandes exportadores.

En su intervención ante el Congreso del 2 de marzo, Powell reconoció que la invasión a Ucrania tendrá efectos que aún son “altamente inciertos” para la economía estadounidense.

El banco central suele evitar decisiones sobre política monetaria en periodos de incertidumbre por temor a empeorar la situación económica, pero Powell consideró necesario aumentar el precio del dinero cuanto antes debido a la buena situación del mercado laboral con una tasa de desempleo de 4% y, sobre todo, por la elevada inflación.

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