Los funcionarios de la Reserva Federal no tienen afán alguno de elevar las tasas de interés antes de su reunión de política monetaria programada para el próximo mes. Por otro lado, tampoco es probable un movimiento de medio punto porcentual en marzo, a pesar de un aumento mayor al esperado en los precios al consumidor que dio pie a especulaciones sobre tales opciones.
Un aumento de emergencia podría señalar pánico y fortalecer las críticas de que el banco central está muy atrasado en el control de la inflación, dado que el presidente, Jerome Powell, decía apenas el mes pasado que el ritmo del alza de los precios se calmaría este año. Powell también ha mostrado que prefiere generar consenso dentro del comité que decide la política monetaria, y ningún funcionario de la Fed ha señalado hasta ahora una intención de actuar antes de su reunión del 15 al 16 de marzo.
Un aumento de la tasa antes de marzo también implicaría anticipar la conclusión del programa de compra de activos de la Fed, intensificando el impacto potencial para un público que no está preparado. En cambio, la Fed prefiere recopilar más información antes de tomar una decisión el próximo mes.
Aumentó la especulación sobre un movimiento inusual de la Fed en los mercados el jueves después de que la inflación al consumidor se aceleró a un nuevo máximo de 40 años de 7,5% en enero. La tasa anual, que excluye alimentos y energía, está en 6%, también la más alta desde 1982.
Los mercados monetarios descuentan aproximadamente una probabilidad sobre dos de un aumento de 50 puntos básicos en marzo. El presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, dijo en una entrevista el jueves que está a favor de tres aumentos hasta julio, uno de ellos de medio punto.
Sin embargo, los más moderados de la Fed se muestran escépticos ante un alza de medio punto y sugieren que no hay necesidad de iniciar un ciclo de aumento con un movimiento agresivo.
La presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, dijo el jueves que un aumento de tasas de medio punto “no es mi preferencia”, en entrevista con Market News. Citó las consecuencias persistentes de la pandemia y el hecho de que la Fed ya está enviando un mensaje claro sobre su disposición a actuar. “Los mercados ya han descontado el retiro de la acomodación, lo que muestra que escuchan lo que la Fed está comunicando claramente”.
Thomas Barkin, el presidente de la Reserva Federal de Richmond, tiene una opinión similar. “Estoy abierto a ello conceptualmente”, dijo sobre un movimiento de medio punto. “¿Que si creo que hay una necesidad imperante de un alza ahora mismo? No estoy convencido, no”.
Powell apunta a suavizar, y prevé que la inflación de los bienes disminuirá a medida que se desatasquen los bloqueos de la cadena de suministro. No obstante, Powell y sus colegas deberán enfrentar dos riesgos: evitar una recesión autoinfligida por alzas demasiado rápidas, y al mismo tiempo actuar lo suficientemente rápido para mantener bajo control las expectativas del público sobre los precios futuros.
Los datos de enero presentaron cierta evidencia de mayores presiones sobre los precios, con una aceleración en los costos de los servicios, sin relación con los problemas de la cadena de suministro. Sin embargo, no es probable que los datos de un mes hagan que las autoridades de la Fed se inclinen por un alza entre una reunión y otra.