La Reserva Federal (Fed) adelantó el miércoles sus proyecciones para las primeras alzas de las tasas de interés tras la pandemia el 2023, y abrió el debate sobre cuándo y cómo puede ser apropiado que el banco central comience a reducir sus compras mensuales de activos.
Los funcionarios también restaron importancia a la repercusión de la pandemia en el crecimiento, dejando de lado una referencia previa a que la crisis estaba afectando a la economía.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo tras la reunión de dos días que los funcionarios empezaron a “hablar de hablar” sobre la reducción de las compras mensuales de activos del banco central por US$ 120,000 millones, que continuarán hasta que se hayan hecho “mayores progresos sustanciales” hacia los objetivos de la Fed de máximo empleo e inflación.
“En las próximas reuniones, el comité seguirá evaluando el avance de la economía hacia nuestros objetivos”, dijo Powell.
El jefe de la Fed se negó a ofrecer orientación sobre el momento de cualquier cambio de política en el futuro, haciendo hincapié en que se necesita más progreso económico antes de que se cumpla la norma de “mayor avance sustancial”.
Powell dejó claro que el banco central advertirá de cualquier cambio de política monetaria. “Avisaremos con antelación antes de anunciar cualquier decisión de modificar nuestras compras”, dijo.
Previsiones económicas
Las nuevas proyecciones vieron una mayoría de los 11 funcionarios de la Fed inclinándose por al menos dos aumentos de las tasas de interés de un cuarto de punto para el 2023, pero en su comunicado se comprometieron a mantener la política de apoyo por ahora para fomentar la recuperación del empleo en curso.
Esta perspectiva de subida de tasas, junto con una nueva previsión de tres años de inflación por encima del objetivo del banco central del 2%, sugiere que la preocupación por el sobrecalentamiento ha aumentado considerablemente dentro del comité de política monetaria de la Fed.
“Los avances en la vacunación han reducido la propagación del COVID-19 en Estados Unidos”, dijo el banco central estadounidense en un comunicado tras su última reunión de política monetaria, un cambio sustancial para una institución que ha condicionado su postura durante los últimos 14 meses a la lucha contra la pandemia.
La nueva redacción en el comunicado no significa que un cambio de política monetaria sea inminente: La Fed mantuvo su tasa de interés de referencia a corto plazo cerca de cero y dijo que seguirá comprando US$ 80,000 millones en bonos del Tesoro y US$ 40,000 millones en papeles respaldados por hipotecas cada mes para impulsar la recuperación económica.
Pero las nuevas proyecciones económicas y de tasas de interés parecen añadir cierta urgencia a la planificación de la Fed. La mediana de las estimaciones de los responsables de la política monetaria consideran ahora que la primera subida de tipos se producirá en el 2023, en lugar del 2024.
Las proyecciones mostraban que las perspectivas de la inflación aumentaban este año, aunque el incremento de los precios se seguía calificando de “transitorio”. Se espera que el crecimiento económico general alcance el 7%.
En conjunto, las proyecciones eran indicativas de una recuperación que avanza más rápido de lo previsto, y justifican los debates sobre la próxima fase de la política monetaria de la Fed.