El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, y la representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, se reúnen hoy con la ley de reducción de la inflación estadounidense, que prevé inversiones multimillonarias en tecnología verde producida en América, como elemento de discordia.
Por parte estadounidense, el encuentro agendado en una escala de Tai en Bruselas en su trayecto al Foro de Davos (Suiza), dónde tiene previsto estar mañana, servirá para hablar de la sólida relación comercial y económica entre Estados Unidos y la UE y reafirmar la importancia de la relación transatlántica, así como de la importancia de la cooperación entre Estados Unidos y Europa en una serie de prioridades compartidas.
Para Bruselas una de esas prioridades es mitigar los efectos negativos colaterales en la economía de los Veintisiete causados por la ley estadounidense sobre reducción de la inflación, en vigor desde principios de este año.
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Para hacerle frente, Bruselas contempla relajar de forma selectiva y temporal las normas sobre ayudas de Estado para favorecer los subsidios a las tecnologías limpias y evitar que las inversiones se vayan de la Unión Europea a Estados Unidos por los apoyos que proporcionará este país con su legislación.
Bruselas insiste, no obstante, en que esto debe venir acompañado de herramientas de financiación “creíbles y ambiciosas” a nivel europeo para que todos los países comunitarios, incluidos aquellos con menor músculo fiscal, puedan invertir en las tecnologías verdes, según dijo el viernes pasado la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.
Se espera que Von der Leyen aluda a este tema de nuevo este martes en su discurso en el Foro de Davos.
La Ley de Reducción de la Inflación estadounidense prevé 369,000 millones de dólares en subsidios “verdes” que estarán vinculados a producir en territorio estadounidense, lo que a juicio de la UE supone una competencia desleal y discriminación para las empresas europeas, que podrían relocalizar sus inversiones.
“Hay discusiones intensas sobre cómo mejorar la competitividad de Europa y acelerar las transiciones gemelas (digital y ecológica). Estamos revisando nuestras reglas sobre ayudas estatales para enmendar y simplificar donde sea necesario. Y puede ser un impulso a corto plazo, por supuesto, pero no construimos la competitividad a partir de subsidios”, dijo ayer la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, encargada de Digitalización y Competencia, Margrethe Vestager.
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Las ayudas estatales pueden ser “un ajuste temporal”, pero que la competitividad se logra a partir de “un mercado dinámico, innovador y que funcione bien”, agregó Vestager durante un discurso en la ceremonia organizada en el pleno de la Eurocámara para celebrar los treinta años del mercado único comunitario.
De cara a la consulta con los países para revisar las reglas de ayudas de Estado ante la ley estadounidense, Vestager envió el viernes una carta a los ministros de Economía del bloque pidiéndoles opinión sobre posibles medidas para acelerar la transición verde y cómo evitar que el apoyo público fragmente el mercado único.
Fuente: EFE