El decepcionante informe sobre las nóminas de agosto en Estados Unidos casi con certeza llevará a los miembros de la Reserva Federal a retrasar la posibilidad de evaluar una reducción de las compras de activos en su reunión del 21 al 22 de setiembre.
La creación de 235,000 empleos el mes pasado, muy por debajo de las previsiones y el menor aumento de puestos de trabajo en siete meses, sugiere que los responsables de la política monetaria de Estados Unidos necesitarán ver incrementos adicionales antes de comenzar a reducir las compras de bonos, dijeron economistas el viernes tras la publicación de las cifras del Departamento del Trabajo.
Los funcionarios quieren ver un “progreso sustancial adicional” en el empleo y la inflación, y la desaceleración de las contrataciones —que se atribuye a un recrudecimiento de los casos de COVID-19— significa que ahora es más probable que se tomen una decisión en noviembre o diciembre.
“Este informe deja a setiembre fuera de la mesa”, dijo Julia Coronado, execonomista de la Fed y presidenta de MacroPolicy Perspectives. “Una reducción del estímulo a fines de este año sigue siendo el caso base, y los datos de los próximos meses serán importantes para determinar cuándo se anuncia y el ritmo de la reducción”.
En la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de julio, la mayoría de los funcionarios de la Fed coincidieron en que probablemente sería apropiado comenzar a reducir el programa de compra de bonos del banco central por US$ 120,000 millones al mes antes de fin de año, según un registro de la reunión.
Algunos presidentes regionales de la Fed han estado presionando para que se tome una decisión en setiembre. Otros han abogado por tener paciencia para evaluar el impacto económico de un aumento de los contagios de COVID derivadas de la propagación de la variante delta.
“La fuerte desaceleración en la creación de empleo en la hostelería, e incluso en el sector minorista, puede considerarse una prueba de que la variante delta está teniendo un impacto en el mercado laboral, y eso probablemente sugiera cierta cautela”, dijo Roberto Perli, socio de Cornerstone Macro LLC y execonomista de la Fed. “Algunos de los miembros que querían disminuir pronto o rápido podrían moderar un poco su retórica”.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, en su discurso en el simposio de Jackson Hole el 27 de agosto, dijo que el mercado laboral había logrado un “claro progreso” y esperaba que los aumentos lograran el objetivo de un “avance sustancial adicional” necesario para la reducción de las compras a fines de este año. Sin embargo, el tono de sus comentarios sugiere que no tiene prisa por actuar, incluso antes del informe de empleos del viernes.
Es probable que los funcionarios de la Fed consideren decepcionantes algunos detalles del informe, como el tamaño de la fuerza laboral. Si bien la tasa de desempleo disminuyó levemente, a un 5.2%, los funcionarios han enfatizado que se trata solo de una consideración al juzgar la estrechez del mercado laboral.
La participación en la fuerza laboral, la proporción de estadounidenses que están empleados o que buscan trabajo, se mantuvo en 61.7%, y en el caso de las mujeres de 25 a 54 años, la tasa de participación disminuyó.
Algunos de los funcionarios de línea de dura de la Fed también podrían expresar una mayor preocupación de que el aumento de los salarios en el último informe contribuya a un ciclo de inflación salarial, aunque Powell ha restado importancia a esas preocupaciones. Los ingresos medios por hora aumentaron 0.6% el mes pasado, el doble de lo previsto, aunque posiblemente sea un reflejo de la composición del empleo de agosto.
“Los ‘hawks’ bien podrían ponerse más inquietos debido al persistente aumento de los salarios”, dijo Thomas Costerg, economista sénior para Estados Unidos de Pictet Wealth Management.
Es probable que la atención de los economistas se desplace hacia la reunión del FOMC del 2 y 3 de noviembre, aunque esto podría complicarse por el hecho de que los responsables de la política monetaria sólo tendrán un informe más, el de setiembre, para entonces.
“Seguimos pensando que está en juego un anuncio de reducción en noviembre, pero siempre que los datos se reboten y la debilidad, debido principalmente al delta, sea temporal”, escribieron economistas de Bank of America en un informe.