La Administración Biden sostuvo conversaciones con los bancos más grandes del país sobre posibles sanciones contra Rusia, para garantizar que tales medidas no perturben el sistema financiero mundial.
Miembros del Consejo de Seguridad Nacional y otros altos funcionarios de la Administración hablaron esta semana con ejecutivos de bancos, incluidos Citigroup Inc., Bank of America Corp., JPMorgan Chase & Co. y Goldman Sachs Group Inc., a medida que evalúan cómo proceder, según personas familiarizadas con el tema.
Las tensiones se han disparado después de que Rusia ubicó decenas de miles de tropas en la frontera con Ucrania. Si bien autoridades en Moscú han dicho repetidamente que no tienen intención de invadir el país, los aliados occidentales están discutiendo una variedad de medidas en caso de que haya un escalamiento.
Estados Unidos y la Unión Europea están afinando un paquete que incluiría apuntar a la capacidad de Moscú para convertir moneda. Si bien sanciones energéticas y el corte del acceso al sistema Swift, que gestiona 42 millones de pedidos al día para pagos, están sobre la mesa, se considera que Swift es la opción nuclear y la más divisiva. Una persona familiarizada con las discusiones dijo que surge solo ocasionalmente en las conversaciones entre la Administración y los bancos, ya que los prestamistas preguntan si tal medida es probable.
“Las implicaciones para el comercio mundial y los mercados financieros deben ser una consideración importante para los formuladores de políticas”, dijeron en un informe de investigación Tomasz Noetzel y Jonathan Tyce, analistas de Bloomberg Intelligence. “Rusia es uno de los mayores exportadores de petróleo y gas, y depende del sistema para liquidar lo que venga denominado en dólares”.
Una persona familiarizada con el asunto dijo que funcionarios de la Administración de Biden han dicho a los bancos que les preocupan los posibles efectos indirectos similares a lo que sucedió en 2018, cuando las sanciones contra Rusia interrumpieron la cadena de suministro mundial de aluminio y elevaron los precios del metal un 30%. Esas medidas impactaron mucho a United Co. Rusal, limitando su acceso a la industria global del aluminio de US$140.000 millones.
“Hemos dejado muy claro que si Rusia se adentra más en Ucrania, EE.UU. está analizando un rango de opciones, con aliados y socios, para generar fuertes costos para la economía rusa”, dijo un portavoz del Tesoro en un comunicado. “Evaluar los efectos indirectos potenciales y explorar formas de reducirlos es una práctica estándar”.
Representantes de los bancos declinaron comentar.
Los bancos estadounidenses tienen una exposición relativamente baja a Rusia. De los tres bancos más grandes de EE.UU., solo uno, Citigroup, tiene cierta exposición al país.
Citigroup, con sede en Nueva York, ha tenido presencia en Rusia por temporadas desde que ingresó por primera vez al país en 1917 en vísperas de su revolución. La última temporada del banco comenzó en la década de 1990, y el negocio ahora atiende a 3.000 clientes corporativos y 500.000 clientes minoristas. La empresa tenía alrededor US$5.500 millones en préstamos, valores de inversión y otros activos vinculados a Rusia —apenas el 0,3% de su total— a finales del tercer trimestre.
Citigroup anunció el año pasado planes de salir de sus operaciones de banca minorista en Rusia y centrarse en cambio en atender a clientes institucionales.
La empresa también es el único banco estadounidense que actualmente opera en Ucrania, donde ha estado presente durante más de dos décadas. La firma ha comenzado a intensificar los protocolos de seguridad en sus oficinas de Kiev como parte de la planificación normal de contingencia, según personas separadas familiarizadas con el asunto.
Los impactos de las sanciones de EE.UU. a Rusia podrían extenderse más allá de los bancos. El director ejecutivo de Mastercard Inc., Michael Miebach, dijo que su compañía está siguiendo de cerca los desarrollos en la región, y señaló que han manejado tales problemas en el pasado.