El expresidente Donald Trump sufrió un doble revés este viernes, cuando el Departamento de Justicia despejó el camino para liberar sus registros tributarios y reveló un memorando, en el que se muestra que instó a altos funcionarios el año pasado a afirmar falsamente que su derrota electoral fue “corrupta”.
El departamento allanó el camino para que el Servicio de Impuestos Internos entregue los registros de impuestos del empresario republicano convertido en político a los investigadores del Congreso, algo a lo que el expresidente se ha opuesto.
Notas escritas a mano, del entonces vicefiscal general en funciones Richard Donoghue y divulgadas el viernes por la presidenta de la Comisión de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, Carolyn Maloney, muestran a Trump intentando desesperadamente conseguir que el departamento tomase la medida sin precedentes de intervenir en la elección presidencial.
El hecho de que el Departamento de Justicia permitiera que las notas escritas fuesen entregadas a los investigadores del Congreso representa un cambio dramático respecto a cuando gobernanba Trump, quien reiteradamente invocó el privilegio ejecutivo para eludir el escrutinio del Poder Legislativo.
Las notas recientemente publicadas detallan una llamada telefónica del 27 de diciembre en la que Jeffrey Rosen, quien fue nombrado fiscal general en funciones pocos días después, es citado diciendo a Trump: “Entienda que el Departamento de Justicia no puede y no va a cambiar el resultado de la elección con solo tronar los dedos”.
“No espero que haga eso”, respondió Trump. “Solo diga que la elección fue corrupta y déjeme el resto a mí y a los congresistas ‘r’”, en una referencia a los republicanos.
El cambio en el Departamento de Justicia facilitará que el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes entreviste a testigos clave y recopile pruebas contra Trump como parte de su investigación en curso.
A principios de esta semana, el Departamento de Justicia decidió que, por “intereses legislativos imperiosos”, autorizaría que seis exfuncionarios del gobierno de Trump se presenten a entrevistas, incluidos Rosen y Donoghue, así como el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, quien renunció en medio de la presión de Trump sobre los ex fiscales generales adjuntos Patrick Hovakimian y Jeffrey Clark.
“La comisión ha comenzado a programar entrevistas con testigos clave para investigar el alcance total de la corrupción del expresidente, y utilizaré todas las herramientas a mi disposición para asegurarme de que todos los testimonios de los testigos estén asegurados sin demora”, dijo Maloney en un comunicado.
Clark se encuentra actualmente en el centro de una investigación en curso por parte del inspector general del Departamento de Justicia después de que salió a la luz la noticia de que había conspirado con Trump en un intento fallido por remover a Rosen, para poder iniciar una investigación sobre un presunto fraude electoral en Georgia.
En la llamada del 27 de diciembre con Rosen, Trump amenazó con poner a Clark a cargo, según las notas escritas a mano, diciéndole a Rosen: “La gente me dice que Jeff Clark es genial, debería ponerlo a él a cargo. La gente quiere que reemplace a los líderes del Departamento de Justicia”.
A lo largo de la llamada, Trump reiteró afirmaciones falsas de que las elecciones habían sido robadas. “Es posible que ustedes no sigan Internet como yo”, dijo Trump.
Rosen y Donoghue intentaron decirle a Trump que su información era incorrecta varias veces. “Estamos haciendo nuestro trabajo”, dicen las notas. “Gran parte de la información que está obteniendo es falsa”