Un empleado de KFC cuelga un cartel con un código QR para enviar solicitudes de empleo en la cadena de comida rápida, el 3 de diciembre de 2021 en un restaurante de Miami (Foto: AFP/Joe Raedle)
Un empleado de KFC cuelga un cartel con un código QR para enviar solicitudes de empleo en la cadena de comida rápida, el 3 de diciembre de 2021 en un restaurante de Miami (Foto: AFP/Joe Raedle)

Con un nivel de creación de puestos de trabajo decepcionante en diciembre y al mismo tiempo una fuerte caída del desempleo, el mercado laboral de Estados Unidos terminó 2021 con una nota mixta, lo que refleja los desafíos que le esperan al presidente Joe Biden durante este año de elecciones de mitad de período.

La economía más grande del mundo creó solo 199,000 puestos de trabajo en el último mes del 2021, lejos de los 440,000 que esperaban los analistas, mientras la tasa de participación en el mercado laboral se mantuvo sin cambios, en solo 61.9%.

Estas cifras son aún más decepcionantes dado que los datos se recopilaron antes de que la variante ómicron del COVID-19 se extendiera por todo el país como un reguero de pólvora, provocando el cierre de teatros, cines, restaurantes, fábricas e incluso escuelas e imponiendo cuarentenas a cientos de miles de personas por día.

Sin embargo, concomitantemente, la tasa de desempleo continuó descendiendo a fines del año pasado, más de lo esperado, cayendo al 3.9% (-0.3 puntos porcentuales), acercándose así a su nivel anterior a la pandemia (3.5%).

Una nota negativa en ese plano es que el desempleo afecta más a negros (7.1%) y a hispanos (4.9%).

Biden, quien ha hecho del crecimiento del empleo y la reducción de la desigualdad una prioridad, debía comentar estos datos a media mañana local del viernes.

Para el presidente estadounidense, recuperar el pleno empleo y controlar la inflación, que se ha disparado desde hace meses, es fundamental en este año electoral, cuando su política económica está bajo el fuego de las críticas de la oposición e incluso dentro de su propio campo demócrata.

“El informe de empleos de diciembre es el peor de la presidencia de Joe Biden y solo la última señal de que su crisis económica continúa”, comentaron los republicanos en la Cámara de Representantes.

“Pura torpeza. Esta es la única explicación para las cifras de empleo bajo la administración Biden. (...) La fallida agenda socialista de Joe Biden está matando a la economía estadounidense”, tuiteó el senador republicano Rick Scott.

Para el asesor económico de la Casa Blanca Brian Deese, en cambio, “hay millones de familias y trabajadores estadounidenses cuyas vidas son mejores gracias a la recuperación económica históricamente fuerte del 2021″.

Todos los ojos están ahora puestos en el Banco Central, cuyos funcionarios parecen decididos a hacer frente al aumento de los precios elevando las tasas de interés lo antes posible, a riesgo de desacelerar el crecimiento y, por lo tanto, el empleo.

“En el contexto de una situación sanitaria que se deteriora rápidamente, la pausa de la actividad económica en el primer trimestre obligará al presidente de la Fed (Jerome) Powell a caminar por la cuerda floja en futuras reuniones”, resumió Gregory Daco, economista de Oxford Economics.

Estados Unidos registra actualmente más de 550,000 nuevos casos de COVID por día, según estimaciones de los CDC, la principal agencia de salud pública. Y en la semana que terminó el 1 de enero ómicron representó el 95% de los casos nuevos.

Esta variante es menos fatal que las anteriores, pero mucho más contagiosa, y la ola de infecciones compromete gravemente la reincorporación al trabajo, especialmente de las mujeres, obligadas a quedarse con sus hijos.

Desequilibrio

“Todo esto resalta que el desempeño de la economía permanece estrechamente vinculado a las olas de la pandemia”, tuiteó Mark Zandi, de Moody’s Analytics, al tiempo que señaló que las empresas estaban manejando cada vez mejor las olas de infección.

El año pasado estuvo marcado por un profundo desequilibrio entre la altísima oferta de puestos de trabajo, en particular de bajas remuneraciones, y la demanda, ya que la pandemia modificó notablemente las aspiraciones de los trabajadores estadounidenses.

Se espera que esta tendencia continúe al menos en los primeros meses del año.

Un fenómeno llamado “La gran renuncia”, pautado por dimisiones masivas de trabajadores, por lo general no calificados, está en marcha desde la primavera boreal.

En noviembre, unas 4.5 millones de personas abandonaron sus empleos, un récord, según datos de la Oficina de Estadísticas.

Para los empresarios, el mercado laboral se ha convertido así en un dolor de cabeza.

Con el fin de atraer candidatos, aumentaron los salarios y multiplicaron las bonificaciones y beneficios: en 2021, el salario medio por hora aumentó un 4.7%, un nivel insuficiente para compensar el alza de los precios al consumidor.