Durante más de una década, Estados Unidos ha presionado al resto del mundo para que persiga y acabe con el secreto financiero favorito de los evasores fiscales y el crimen internacional. La Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas en el Extranjero (Fatca, por sus siglas en inglés), adoptada en 2010, exige que otros países informen sobre las cuentas de contribuyentes de EE.UU. con la intención de prevenir que estos utilicen cuentas financieras fuera del país.