Si no se toman medidas, Estados Unidos se arriesga a llegar a 100,000 casos diarios de coronavirus, una cifra muy por encima de los 40,000 actuales, avisó el principal epidemiólogo del Gobierno estadounidense, Anthony Fauci.
“Ahora estamos teniendo unos 40,000 casos o más al día. No me sorprendería que subiéramos a 100,000 al día si esto no cambia. Estoy muy preocupado”, manifestó Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y Alergias de Estados Unidos, durante una audiencia en el Senado.
Fauci no hizo ninguna estimación sobre el número de muertes, a pesar de las preguntas de la senadora Elizabeth Warren, pero sí dijo: "Creo que es importante que le comunique a usted y al resto del pueblo estadounidense que estoy muy preocupado, porque esto puede ponerse muy mal".
EE.UU. va en la “dirección incorrecta”
El epidemiólogo consideró que Estados Unidos va en la "dirección incorrecta" y advirtió de que "no hay garantías" de que vaya a haber una "vacuna efectiva y segura" frente al COVID-19, por lo que urgió a los estadounidenses a llevar mascarillas y evitar las multitudes.
Las advertencias de Fauci se producen justo antes del fin de semana del día festivo del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, y en el que tradicionalmente los estadounidenses aprovechan para ir a la playa y se reúnen para hacer barbacoa mientras ven los fuegos artificiales.
Algunas autoridades, como las del condado de Los Ángeles, han ordenado cerrar las playas ante el aumento de casos en esa zona; pero, por ejemplo, Brevard County (Florida) tiene previsto mantenerlas abiertas.
En las últimas semanas, el foco de la pandemia en Estados Unidos ha pasado del este a los estados del sur y el oeste.
Según la base de datos de The New York Times, en las últimas dos semanas el número de casos ha crecido 80%, especialmente en el sur y el oeste, donde algunas ciudades como Houston (Texas) están registrando récords diarios y los hospitales están cerca del colapso.
16 estados dan marcha atrás en reapertura
Como resultado, al menos 16 de los 50 estados de Estados Unidos han tenido que dar marcha atrás en sus planes de reapertura por completo o al menos en los condados con más contagios.
Alabama, donde los casos han aumentado 25% en las últimas semanas, fue uno de los últimos estados en tomar medidas: Este martes su gobernadora, la republicana Kay Ivey, anunció que extendería hasta el 31 de julio las medidas de aislamiento, que iban a expirar este viernes.
Sin embargo, la gobernadora no ordenó el cierre de restaurantes, tiendas y cines, algo que sí hizo el lunes por la noche el gobernador de Arizona, el republicano Doug Ducey.
Arizona, donde se han registrado 4,600 nuevos casos en los últimos dos días, es uno de los estados con un mayor repunte junto a Texas, Florida y California.
En concreto, California acumula ya 220,000 infecciones y el número de hospitalizaciones ha subido 43% en las últimas dos semanas, por lo que el gobernador de ese estado, el demócrata Gavin Newsom, pidió este lunes a siete condados que cierren sus bares, incluido el que contiene la ciudad de Los Ángeles.
Cuarentenas para viajeros dentro de EE.UU.
Frente al aumento de casos en el sur y el oeste de Estados Unidos, los gobernadores de Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Massachusetts anunciaron este martes que los viajeros procedentes de California y otros estados con alto número de contagios tendrán que guardar una cuarentena obligatoria de 14 días.
"A medida que un número cada vez mayor de estados en todo el país luchan contra una importante expansión del virus entre sus comunidades, Nueva York está tomando medidas para mantener la seguridad durante su reapertura gradual, basada en los datos", dijo en una rueda de prensa el gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo.
Al comienzo de la pandemia, el virus golpeó con fuerza a los estados del este de Estados Unidos, como Nueva York, que llegó a registrar 10,000 casos al día; pero en las últimas semanas esos estados ha conseguido frenar el avance del virus con medidas de distanciamiento social.
En Estados Unidos, más de 126,500 personas han muerto y 2.6 millones se han contagiado del virus, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.