El Departamento de Estado de Estados Unidos ofreció una recompensa de US$ 10 millones por información acerca de seis agentes de los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas de Rusia por su participación en un ciberataque del 2017 contra infraestructuras estadounidenses.
Los agentes son identificados en la nota oficial de Estados Unidos como Yuriy Sergeyevich Andrienko, Sergey Vladimirovich Detistov, Pavel Valeryevich Frolov, Anatoliy Sergeyevich Kovalev, Artem Valeryevich Ochichenko y Petr Nikolayevich Pliskin.
Washington les acusa de haber participado “en una conspiración que desplegó programas informáticos malignos para el beneficio estratégico de Rusia a través de acceso no autorizado” a los ordenadores de las empresas víctimas.
Su ciberataque, lanzado en junio del 2017 con el programa conocido como NotPelya, dañó los ordenadores de hospitales y centros médicos en el sistema de salud de Heritage Valley, en el oeste de Pensilvania, así como a un gran fabricante farmacéutico de Estados Unidos. Las pérdidas ocasionadas por este ataque fueron de US$ 1,000 millones.
Todos los acusados trabajan para el Directorio Principal de Inteligencia de la Junta General de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa.