Estados Unidos comenzó a expulsar venezolanos a México en virtud de nuevas regulaciones implementadas por la Administración de Biden que apuntan a detener el flujo de migrantes que huyen de una economía diezmada y cruzan la frontera de Estados Unidos sin autorización.
El jueves, funcionarios estadounidenses trasladaron por vía aérea a cerca de 100 personas desde un centro de detención en El Paso, Texas, hasta otra parte de la frontera, para dejarlas en un puente internacional cerca de Matamoros, México, según personas del grupo.
La expulsión se produjo un día después de que las autoridades de Estados Unidos anunciaran las medidas, que combinan un programa humanitario de permiso condicional con la expansión de una política fronteriza de la era pandémica conocida como Título 42.
El viernes, algunos de los migrantes intentaron cruzar nuevamente a Estados Unidos, señaló Luis Conde, un topógrafo de 43 años que estaba en el grupo. Conde llegó a Estados Unidos el 9 de octubre, días antes de que se anunciaran las nuevas regulaciones.
”Nos recogieron sin darnos ninguna explicación. Ahora no sabemos qué vamos a hacer”, dijo por teléfono.
Otros venezolanos compartieron videos en las redes sociales después de decir que habían sido expulsados de Estados Unidos, dejándolos en el limbo en el lado mexicano de la frontera.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la cantidad de venezolanos que habían sido expulsados a México.
En Ciudad Juárez, México, Ciela Ávila, quien trabaja en Derechos Humanos Integrales en Acción, un grupo de ayuda a migrantes, sostuvo que no había suficiente espacio en los albergues de la ciudad para los cientos de venezolanos que habían llegado desde el miércoles, además de los miles de migrantes más que se esperan.
”¿Cuáles son las condiciones para que las personas puedan estar en un lugar seguro y digno?”, dijo. “Se les entrega un oficio que indica que deben salir de México en los próximos 15 días”.
Este año, los funcionarios estadounidenses han tenido encuentros con más de 128,000 migrantes venezolanos en la frontera entre Estados Unidos y México, un aumento de al menos 166% con respecto al mismo período del año pasado.
La Administración del presidente Joe Biden implementó las medidas en un intento por disuadir a los venezolanos de intentar cruzar la frontera sin autorización. Estas consisten en un programa humanitario de permiso condicional para hasta 24,000 personas que tengan un patrocinador financiero en Estados Unidos, junto con la extensión del Título 42, que fue utilizado por la Administración Trump para detener la propagación del covid-19.
El jueves, las autoridades dijeron que comenzarían a rechazar a los venezolanos que llegaran a la frontera. Blas Núñez-Neto, subsecretario interino para la Política de Fronteras e Inmigración de Estados Unidos, dijo a aquellos que vayan rumbo a Estados Unidos “que se queden donde están, que no intenten ingresar a México y que no intenten cruzar nuestra frontera”. El Título 42, indicó, reemplaza su derecho a solicitar asilo.
Un colapso en la economía venezolana ha obligado a cerca de 7 millones de habitantes a huir del país en los últimos años. Si bien la gran mayoría ha huido a otros países latinoamericanos, el deterioro de las condiciones ha llevado a un número récord a intentar hacer el viaje a Estados Unidos este año, a menudo cruzando un tramo inhóspito de selva en la frontera entre Panamá y Colombia.