La Corte Suprema de Estados Unidos facilitó a los estados la promulgación de restricciones al voto, al respaldar medidas apoyadas por los republicanos en Arizona que un tribunal inferior indicó que afectaban de forma desproporcionada a negros, latinos y nativos americanos, propinando una derrota a los demócratas que habían desafiado las políticas.
El fallo por 6-3, escrito por el juez conservador Samuel Alito, sostuvo que las restricciones a la recogida anticipada de papeletas por parte de terceros y dónde pueden depositarse esos sufragios no violan la Ley de Derechos Electorales, un histórico reglamento federal de 1965 que prohíbe la discriminación racial en los comicios.
El presidente Joe Biden y otros demócratas condenaron con rapidez la decisión de Arizona y otra también emitida por los jueces el jueves -el último día de dictámenes para el mandato actual de nueve meses de la corte- en un caso de California que podría poner en peligro algunas leyes de divulgación de donantes políticos. En ambos fallos, los seis jueces conservadores fueron mayoría y los tres jueces liberales estuvieron en desacuerdo.
Varios estados han promulgado amplias restricciones al voto respaldadas por los republicanos tras las falsas afirmaciones del expresidente Donald Trump de fraude electoral generalizado en su derrota del 2020 ante el ahora mandatario Biden.
“Aunque este amplio asalto contra el derecho al voto lamentablemente no tiene precedentes, está tomando nuevas formas. Ya no se trata solo de una pelea sobre quién puede votar y de facilitar que los votantes sufraguen. Tienen que ver con quién cuenta los votos y si su voto cuenta”, afirmó Biden.
El fallo de Arizona hace que sea más difícil demostrar las violaciones de la Ley de Derechos Electorales. Podría complicar, asimismo, una demanda presentada el 25 de junio por el gobierno de Biden contra las nuevas restricciones de votación respaldadas por los republicanos en Georgia bajo la Ley de Derechos Electorales. Esta ley llega a prohibir la distribución de agua o alimentos a los votantes que esperan en largas filas.
El fallo aclaró los límites de la Ley de Derechos Electorales y cómo los pueden analizar los tribunales los reclamos de discriminación electoral.
El “mero hecho de que haya alguna disparidad en el impacto no significa necesariamente que un sistema no sea igualmente abierto o que no les dé a todos la misma oportunidad de votar”, dijo Alito.
En un duro comentario disidente, la juez liberal Elena Kagan calificó el fallo de “trágico”, y dijo que los esfuerzos realizados por algunos estados en el pasado para bloquear el acceso al voto, como las “pruebas de alfabetización” para evitar que los negros votaran, han dado paso a “formas nuevas de discriminación” desde que la corte en el 2013 anuló otra parte de la Ley de Derechos Electorales.
“Así que el tribunal decide este caso de la Ley de Derechos Electorales en un momento peligroso para el compromiso de la nación con la ciudadanía igualitaria. Decide este caso en una era de reducción de los derechos electorales, cuando demasiados estados y localidades están restringiendo el acceso al voto en formas que privarán previsiblemente a los miembros de grupos minoritarios un acceso igualitario a las urnas”, agregó.