El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este miércoles en Angola que su país se compromete a invertir otros US$ 600 millones en infraestructuras relacionadas con el Corredor de Lobito, un ferrocarril que unirá el Atlántico con las minas de la República Democrática del Congo (RDC) y Zambia y con el que Occidente busca competir con China en África.
“Estados Unidos invertirá ahora US$ 600 millones (unos 572 millones de euros) de inversión adicional para ampliar las infraestructuras”, afirmó Biden al intervenir en la ciudad costera angoleña de Lobito, que da nombre a la obra, en una cumbre multilateral sobre el corredor.
Esos US$ 600 millones se sumarán a los más de US$ 3,000 millones (unos 2,800 millones de euros) comprometidos, hasta el momento, por Washington en proyectos relacionados con el ferrocarril.
“Esto es un punto de inflexión. Imaginen cuánto transformará esto la tecnología (...), las energías limpias y la actividad agrícola, la seguridad alimentaria”, destacó el mandatario estadounidense.
Según Biden, el Corredor de Lobito será “más rápido, más limpio y más económico”, ya que reducirá el tiempo de tránsito desde Zambia y el sur de la RDC hasta el puerto de Lobito de los 45 días actuales a menos de una semana.
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Biden hizo este anuncio en un reunión a la que acudieron sus homólogos de Angola, João Lourenço; la RDC, Félix Thisekedi; y Zambia, Hakainde Hichilema; así como el vicepresidente de Tanzania, Philip Mpango.
“Los tiempos, costes y mercancías del transporte, marítimo y ferroviario, tienen una importancia estratégica por su contribución al impulso del comercio intraafricano”, afirmó Lourenço durante su intervención en la cumbre.
La obra “impulsará el desarrollo económico, facilitando la creciente participación de las pequeñas y medianas empresas en las cadenas de valor empresarial, especialmente en la agricultura, la industria y la minería”, añadió Lourenço.
Según el mandatario angoleño, el corredor permitirá “aumentar de manera inclusiva el comercio y el crecimiento económico en la región de la SADC (Comunidad de Desarrollo de África Austral) y en la región de África oriental”.
“Tendrá un impacto positivo en el transporte marítimo y ferroviario internacional, el comercio internacional, la transición y la seguridad energéticas, la seguridad alimentaria y la economía mundial en general”, concluyó.
Tshisekedi, cuyo país posee junto con Zambia algunas de las mayores reservas de cobalto, cobre y coltán del mundo, destacó que “se trata de una oportunidad única para integración regional, la transformación económica y la mejora de las condiciones de vida” de los ciudadanos.
Competir con China
La revitalización del corredor, que tiene su origen en una antigua ruta colonial, ha sido el foco principal de Biden en su primera visita a África y la primera de un presidente estadounidense a Angola desde la independencia del país de Portugal en 1975.
Esta infraestructura consiste actualmente en una línea de ferrocarril de 1,300 kilómetros desde el puerto de Lobito hasta la ciudad angoleña de Luau, en la frontera con la RDC, que se extiende otros 400 kilómetros hasta la urbe minera congoleña de Kolwezi, muy cerca de la frontera con Zambia.
Está prevista la construcción de otros 800 kilómetros de vías que hagan llegar el ferrocarril a Zambia, y EE.UU. ha manifestado incluso su intención de hacer que el corredor alcance algún día la costa oriental del continente.
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El desarrollo de esa obra se impulsa bajo la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Global (PGII), una iniciativa del G7 (grupo de las siete principales economías del mundo) creada en 2022 para contrarrestar la influencia de la Ruta de la Seda de China, que ha financiado grandes proyectos de infraestructura en todo el mundo, muchos de ellos en África.
Tras llegar a Angola el pasado lunes después de una breve escala en Cabo Verde en la que entrevistó con el primer ministro de ese país insular, José Ulisses Correia e Silva, Biden cierra este miércoles su viaje, que podría ser el último de su Presidencia tras la victoria de Donald Trump en las elecciones del pasado noviembre.
Biden prometió visitar África el año pasado después de reactivar la Cumbre Estados Unidos-África por primera vez en casi una década, en diciembre de 2022.
Sin embargo, el viaje se pospuso hasta 2024 y se retrasó nuevamente este octubre por la llegada del huracán Milton a Florida.
Biden es el primer presidente estadounidense que viaja a África subsahariana desde 2015, cuando Barack Obama visitó Kenia y Etiopía.
En la segunda jornada de su viaje este martes, Biden anunció un paquete de ayuda humanitaria de más de US$ 1,000 millones (unos 950 millones de euros) para ayudar a las personas desplazadas en África por la sequía o el conflicto.
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