Por: Mark Whitehouse
Pareciera que a los banqueros les va bastante bien con el presidente de EE.UU., Donald Trump. A juzgar por datos del gobierno, están cosechando algunas de las mayores ganancias salariales que han tenido en mucho tiempo.
El informe de empleos del Departamento del Trabajo para abril ofreció una confirmación adicional de que la demanda de trabajadores se está traduciendo en mejores pagos en términos generales. El salario promedio por hora aumentó un 3.2% con respecto al año anterior, no muy lejos del ritmo que prevalecía antes de la última recesión.
Ahora bien, a unos les va mejor que a otros. Y si bien esto no se debe atribuir demasiado a un presidente determinado, sigue siendo interesante ver qué cambios hay de una administración a la siguiente. Así que dividí el mercado laboral en casi 300 sectores y comparé las ganancias salariales de Trump con las del último mandato de Barack Obama.
Entre los más destacados: los bancos comerciales, entidades que emplean a aproximadamente 1.3 millones de personas en EE.UU. Desde que Trump asumió el cargo en enero de 2017, han aumentado su salario promedio por hora a un ritmo anualizado de casi el 11%, en comparación con apenas el 3.3% de Obama. Así se ve:
Entonces, ¿los beneficios ofrecen una respuesta a la congresista demócrata Katie Porter, quien recientemente cuestionó al director ejecutivo del mayor banco comercial del país, Jamie Dimon, de JPMorgan Chase & Co, por los salarios de sus empleados peor pagados? No necesariamente. Eso depende de quién obtiene los aumentos y parece que no es la gente que está abajo.
El Departamento del Trabajo informa dos series de salarios: una para todos los trabajadores, incluidos los gerentes, y otra para los empleados de producción y no supervisores. Si los aumentos iban a los trabajadores comunes, estos deberían mostrar ganancias más fuertes que los ejecutivos. Sin embargo, la realidad es a la inversa: los salarios para todos los trabajadores aumentaron mucho más rápido, lo que sugiere que las ganancias se concentran en la parte superior.
¿A qué le deben la buena fortuna quienes consiguen los aumentos? Las ganancias récord, impulsadas en parte por los recortes de impuestos de Trump, ciertamente desempeñan una función.
Más allá de eso, tal vez los ejecutivos se sienten más libres para aumentar la paga, incluso para sí mismos, en el supuesto de que es menos probable que se sometan a un escrutinio en medio del impulso desregulador de Trump. O tal vez un mercado laboral restringido ha hecho más difícil encontrar profesionales calificados, lo que aumenta el salario que exige el mercado.
Cualquiera que sea la explicación, parece ser un buen momento para cierto tipo de banqueros.