Por tercera vez en menos de dos meses, el sistema de aviación de Estados Unidos se enfrentó el martes a la amenaza de interrupciones generalizadas en los vuelos debido a la posible interferencia de la tecnología 5G en sus operaciones.
Un acuerdo de última hora entre las compañías de telefonía inalámbrica y las autoridades de aviación evitó interrupciones importantes, pero no las eliminó. Por su parte, varias aerolíneas advirtieron sobre posibles cancelaciones a partir del miércoles, aunque no hubo señales de un impacto significativo hasta el mediodía, hora de Nueva York.
Lo que queda por resolver es una solución a largo plazo que permita a las empresas de telefonía móvil aprovechar la tecnología inalámbrica ultrarrápida sin interferir con los sistemas de aviación.
AT&T Inc. y Verizon Communications Inc. acordaron el martes retrasar temporalmente el encendido de cientos de torres de telefonía móvil 5G ubicadas cerca de aeropuertos en Estados Unidos tras una serie de conversaciones de último minuto con la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) y otros funcionarios gubernamentales.
Las torres transmiten en frecuencias adyacentes a las utilizadas por los altímetros de radar que ayudan a los aviones a aterrizar con mal tiempo.
El acuerdo exige zonas de amortiguamiento temporales sin 5G alrededor de los aeropuertos, mientras que los reguladores federales y los grupos de la industria intentan llegar a una solución permanente de modo que no se repita la crisis en los próximos meses.
El presidente Joe Biden emitió un comunicado el martes elogiando el acuerdo temporal. “Este acuerdo evitará interrupciones potencialmente devastadoras en los viajes de pasajeros, las operaciones de carga y nuestra recuperación económica, al tiempo que permitirá que más de 90% del despliegue de torres inalámbricas se lleve a cabo según lo programado”, señaló Biden.
Las conversaciones continuarán, agregó, “hasta que cerremos la brecha restante y alcancemos una solución permanente y viable en torno a estos aeropuertos clave”.
Las compañías inalámbricas pagaron más de US$ 80,000 millones por el acceso a la banda de frecuencia, lo que les permitirá ofrecer servicios de telefonía móvil 5G más rápidos y por lo que están ansiosas por ponerlos en uso. La Comisión Federal de Comunicaciones aprobó la transferencia de las frecuencias de otros usos a las empresas el año pasado, concluyendo que no había amenaza para la seguridad de la aviación.
No se han publicado muchos detalles sobre el acuerdo del martes, como el tamaño de las zonas de exclusión y los aeropuertos específicos involucrados. Tampoco está claro si es posible que las compañías inalámbricas instalen sistemas 5G dentro de los aeropuertos de manera que permitan a los viajeros usar la conexión más rápida de forma segura.
Reemplazo de altímetro
El mejor escenario para resolver la situación de 5G sería si el análisis muestra que los altímetros no están en riesgo por las señales de esta tecnología, dijo Peter Lemme, exingeniero en electrónica de aeronaves y consultor en comunicaciones satelitales.
“El objetivo es saber exactamente qué niveles de interferencia serán causados”, dijo.
Los fabricantes de aeronaves junto con la FAA y las compañías de telefonía inalámbrica están realizando ese arduo trabajo. Hasta que eso se complete, la FAA deberá ser cautelosa y evitar riesgos, agregó.
“Lo último que queremos hacer es descubrir que hubo un problema al tener un incidente”, indicó. “Eso sería inaceptable”.
A más largo plazo, la FAA y la industria de la aviación acordaron que muchos o todos los altímetros de radar tendrán que ser reemplazados. Ese es un proceso desalentador también. La industria ha estado trabajando en el desarrollo de nuevos estándares para los altímetros durante dos años y se necesitarán varios más para que la FAA los apruebe y los reemplace.
“La mejor solución es que no haya ninguna interferencia”, señaló Lemme. “Pero si llegara a haber un problema real, será desagradable”.