El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, aplicó este viernes una reducción total de 15 centavos de dólar en los precios de los combustibles más utilizados en el país, cumpliendo uno de los acuerdos con el movimiento indígena con los que se desactivó una protesta contra su gobierno.
Con la rebaja pactada el jueves, con mediación de la Iglesia católica, el galón de diésel descendió de US$ 1.90 a 1.75 y la gasolina extra de US$ 2.55 a US$ 2.40, según un decreto divulgado por la secretaría de Comunicación de la presidencia.
La poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que lideró 18 días de bloqueos de carreteras y marchas con violencia en ciudades, incluida Quito, pedía una disminución a US$ 1.50 y US$ 2.10, respectivamente.
En medio de las protestas, Lasso ordenó una baja de diez centavos de dólar a los combustibles, que con el nuevo decretó pasó a 15 centavos.
La firma el jueves del “acta por la paz”, que además prevé más subsidios a combustibles para sectores rurales, puso fin a las protestas que se extendieron por 18 días, siendo las más prolongadas en la historia de la Conaie, que participó en revueltas que provocaron el derrocamiento de tres presidentes entre 1997 y el 2005.
A bordo de autobuses y camiones, y ondeando banderas de Ecuador y la wiphala de los pueblos originarios, los cerca de 10,000 nativos que acudieron a Quito para manifestarse volvieron el jueves por la noche a sus comunidades del norte y sur andino, así como a la selva de la Amazonia.
Las protestas dejaron seis muertos, incluido un militar, más de 600 heridos entre civiles y uniformados, y 150 detenidos, de acuerdo con diversas fuentes.
El Ejecutivo también derogó un decreto para la entrega de nuevos campos petroleros, otro de los pedidos de la Conaie, que también movilizó a unas 4,000 personas para cerrar vías hasta en 19 de las 24 provincias, según estimaciones oficiales.
La Conaie, ahora liderada por Leonidas Iza, a quien Lasso ha tildado de “anarquista”, también encabezó protestas en octubre del 2019 contra la eliminación de subsidios a los combustibles, que antes de las recientes manifestaciones representan para el Estado un gasto de 3.000 millones de dólares al año.
El Ejecutivo también aplicó otras medidas compensatorias como el incremento de US$ 50 a US$ 55 de un bono para los más pobres y la condonación de créditos vencidos por hasta US$ 3,000 con la banca pública.