Las sanciones golpean duramente la economía rusa. El rublo cae en picada, las empresas extranjeras huyen y se prevén precios altos. Los productos habituales podrían desaparecer de las tiendas y logros de la clase media tales como las vacaciones en el extranjero están en duda.
Más allá de las penurias a corto plazo, probablemente se profundizará el estancamiento de la economía que comenzó mucho antes de la invasión de Ucrania.
Pero es improbable que se llegue al derrumbe total, dicen varios economistas. Rusia ha construido “una economía que está armada para el conflicto”, dijo Richard Connolly, experto en economía rusa en el Royal United Services Institute británico.
La participación del gobierno ruso en la economía y el dinero que sigue recaudando con las exportaciones de petróleo y gas —a pesar de las vedas estadounidense y británica— ayudarán a mitigar el golpe para muchos trabajadores, jubilados y empleados públicos en un país que ha sufrido tres graves crisis financieras en las últimas tres décadas.
Y como señalan los economistas, Irán, una economía mucho más pequeña y menos diversificada, lleva años de penurias debido a las sanciones por su programa nuclear sin sufrir un colapso total.
Con todo, la moneda rusa ha sufrido una caída espectacular que elevará los precios de los productos importados cuando la inflación ya está en el 9%. El 23 de febrero, en la víspera de la invasión, un dólar costaba 80 rublos. El jueves estaba en 119 a pesar del banco central ruso elevó la tasa de cambio al 20% entre otras medidas drásticas para detener la caída.
Aunque las sanciones han congelado una buena parte de las reservas en moneda extranjera, las finanzas fiscales se encuentran en buen estado, con endeudamiento bajo. Cuando el gobierno necesita préstamos, la mayoría de sus acreedores son bancos nacionales, no inversores extranjeros que podrían abandonarlo en medio de una crisis. El gobierno anunció esta semana que dará apoyo a las grandes empresas consideradas cruciales para la economía.
Los cálculos del impacto a corto plazo sobre el crecimiento económico varían ampliamente porque podría haber más sanciones y las consecuencias de la guerra iniciada por el presidente Vladimir Putin son inciertas.
“Los rusos serán mucho más pobres, no tendrán dinero para las vacaciones en Turquía o para enviar a sus hijos a escuelas en Occidente, y aunque puedan hacerlo no serán bienvenidos debido a Putin”, dijo Tim Ash, analista de mercados emergentes en BlueBay Asset Management.
Prevé una caída del crecimiento económico de 10%, mientras para otros economistas será de apenas el 2% o algún nivel intermedio.