La vacuna de AstraZeneca se considera crucial para hacer frente a la pandemia, ya que es más barata y más fácil de transportar que otras. (Foto: AFP).
La vacuna de AstraZeneca se considera crucial para hacer frente a la pandemia, ya que es más barata y más fácil de transportar que otras. (Foto: AFP).

La distribución de la vacuna COVID-19 de AstraZeneca, en la que confía gran parte del mundo para combatir la pandemia, enfrentó más complicaciones el jueves, cuando India detuvo las exportaciones del medicamento y Europa discutió sus propios controles de exportación.

suspendió de forma temporal todas las grandes exportaciones de la vacuna de la firma anglosueca elaboradas por el Instituto Serum (SII, por sus siglas en inglés), el mayor fabricante de vacunas del mundo, para satisfacer la demanda interna según aumentan las infecciones, dijeron dos fuentes.

Eso podría retrasar los envíos a decenas de países de bajos ingresos que también dependen de la producción del SII en el marco del plan de distribución de vacunas , respaldado por la Organización Mundial de la Salud.

Entendemos que las entregas de vacunas COVID-19 a las economías de bajos ingresos que participan en el plan COVAX probablemente enfrentarán retrasos”, dijo Unicef, socio de adquisición y distribución del programa.

La medida india se produce cuando la (UE) se reúne el jueves para considerar dar a los estados miembros un mayor margen para bloquear la exportación de vacunas en un momento en que luchan por reducir las infecciones y aumentar las campañas de inmunización.

La propuesta se aplicaría a todas las vacunas, incluida la de AstraZeneca, en la que la UE se había basado originalmente para cumplir el objetivo de inocular al 70% de su población adulta para este verano boreal.

La vacuna de AstraZeneca se considera crucial para hacer frente a la pandemia, ya que es más barata y más fácil de transportar que otras. La UE le acusa de sobrevender su vacuna y favorecer injustamente a Reino Unido, donde AstraZeneca desarrolló la inyección junto a la Universidad de Oxford, una acusación que niega la compañía.

Bruselas acordó con Londres esta semana luchar por una solución en la que ganen todos, pero incluso si la UE se resiste a los controles de exportación, se enfrenta a otro problema: la disminución de la confianza en la inyección de AstraZeneca debido a preocupaciones sobre efectos secundarios y datos de eficacia.

Dinamarca suspenderá el uso de la vacuna otras tres semanas en espera de más investigaciones sobre un posible vínculo con unos coágulos de sangre, informó la emisora danesa TV 2, citando fuentes.

Más de una decena de países suspendió la administración de la vacuna por preocupaciones similares, aunque la mayoría la ha reiniciado ya. La Agencia Europea de Medicamentos dijo la semana pasada que es segura y no está relacionada con un aumento en el riesgo general de coágulos sanguíneos.

Sin embargo, muchos europeos siguen siendo cautelosos. Un tercio de los daneses rechazaría la vacuna de AstraZeneca, según una encuesta publicada por los medios daneses el miércoles. La confianza también se ha visto muy afectada en España, Alemania, Francia e Italia.

AstraZeneca revisó levemente a la baja la eficacia de su vacuna, al 76%, en un nuevo análisis de su ensayo en Estados Unidos. Los datos provisionales publicados el lunes pusieron la tasa de eficacia en un 79%, pero no incluyeron infecciones más recientes, lo que provocó una inusual reprimenda pública por parte de las autoridades sanitarias estadounidenses.

En Europa, los líderes de Francia y Alemania admitieron el jueves que el problema de la lenta distribución de las vacunas dentro de la UE va más allá de la cuestión sobre el control de las exportaciones.

La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que los líderes de la UE discutirán cómo impulsar la producción interna de vacunas.

Los sitios de producción británicos están fabricando para Reino Unido y Estados Unidos no exporta, por lo que dependemos de lo que podamos hacer en Europa”, dijo a los legisladores alemanes.

El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que la propia UE debería asumir algo de culpa, ya que sus planes de vacunas carecieron de ambición.

No apuntamos a las estrellas”, dijo al canal de televisión griego ERT. “Eso debería ser una lección para todos nosotros”.