La ONU anunció este domingo la dimisión de la directora ejecutiva de su oficina de Servicios para Proyectos (UNOPS), la noruega Grete Faremo, después de que The New York Times publicara un reportaje sobre las finanzas de la agencia, investigadas a nivel interno por “posible irregularidad”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, aceptó hoy la renuncia de Faremo y designó como director interino en la principal agencia de infraestructuras de la organización al danés Jens Wandel, hasta ahora asesor especial en cuestión de reformas, según un breve comunicado de su portavoz que no incluía los motivos de la dimisión.
El diario The New York Times publica hoy en su edición impresa una historia sobre un préstamo de unos 61 millones de dólares autorizado por los directivos de la UNOPS a un empresario británico, David Kendrick, que supuestamente conocieron en una fiesta y que podría haber incurrido en impagos por valor de 22 millones.
El dinero de la UNOPS en cuestión era resultado de un excedente de comisiones pagadas por otras agencias, que Faremo y su número dos, el ucraniano Vitaly Vanshelboim, en baja administrativa, querían utilizar para préstamos a proyectos lucrativos en naciones en desarrollo, indica el diario.
De acuerdo al Times, la agencia también dio una ayuda de US$ 3 millones a un grupo de conservación dirigido por la hija de Kendrick, que estaba recién graduada y había formado recientemente su ONG, en una historia paralela que siembra dudas sobre la justificación de esa colaboración y pago.
El responsable de Gestión y Reformas de la misión estadounidense en la ONU, Chris Lu, se hizo eco de la dimisión en Twitter y reivindicó una “revisión amplia del modelo de negocio, la estructura de gobernanza y el personal” de esa agencia, así como un nuevo líder que “demuestre un compromiso sólido con una reforma”.
Además, Lu señaló que la ONU ha “completado un informe investigativo sobre posible irregularidad” y reclamó que se publique “inmediatamente”, considerando que los directivos de UNOPS “no atendieron señales claras de advertencia, no hicieron la supervisión necesaria y tomaron riesgos inaceptables con los fondos” de la agencia.
El Times apunta que Kendrick, que ha descartado irregularidades, recibió los 61 millones en préstamos para proyectos de tres empresas de su propiedad, dos de ellas dedicadas a la energía renovable y domiciliadas en el Gibraltar británico, y otra dedicada a la construcción de viviendas en países en desarrollo, domiciliada en España.