Los países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) no consiguieron ponerse de acuerdo en torno a una propuesta presentada por la India y Sudáfrica para que se puedan copiar todas las tecnologías relacionadas con el COVID-19, incluidas vacunas, tratamientos y test de diagnóstico.
La idea fue planteada el pasado 2 de octubre por esos dos países, que tienen experiencia en luchas similares, de las cuales la más exitosa hace dos décadas fue la que permitió dejar sin efecto los derechos de propiedad intelectual sobre los tratamientos contra el sida, lo que permitió reducir su precio en 90%.
El tema del COVID-19, que ya ha sido objeto de anteriores reuniones, fue abordado por el Consejo sobre Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio de la OMC, donde los países que se oponen a la propuesta indo-sudafricana no variaron de posición.
Se trata de Estados Unidos, Australia, Noruega, Suiza, Brasil, Canadá, Japón, el Reino Unido y la Unión Europea.
Centros neurálgicos la mayoría de ellos de la industria farmacéutica, estos países no están de acuerdo con dejar de aplicar las patentes que protegen todos los avances científicos realizados para luchar contra la pandemia y permitir que copias de estos productos puedan empezar a producirse en otros países, a gran escala y precios inferiores.
Esta medida excepcional sería temporal, hasta que se haya alcanzado una cobertura de vacunación que garantice la inmunidad colectiva (en torno al 70% de la población mundial).
Una vacuna ya ha sido aprobada y ha empezado a utilizarse en el Reino Unido y otras dos vacunas están próximas a serlo, pero la capacidad de producción es limitada con respecto a la demanda mundial por la única solución visible a la pandemia.
La idea de hacer una excepción de las patentes ante la emergencia sanitaria actual es apoyada por un centenar de países, todos ellos en desarrollo.
El plazo estipulado en las normas de la OMC para que los países cierren este tema concluye a fin de año y el único acuerdo alcanzado hoy ha sido para extender este plazo, sin concretar cuánto tiempo más se necesita discutir el asunto.
Esto será comunicado la próxima semana al Consejo General de la OMC, el máximo órgano permanente de decisión.
El sistema internacional vigente permite que las compañías recuperen sus inversiones en investigación y desarrollo a través de la explotación de patentes que les garantizan un monopolio durante veinte años o más.
Sin embargo, la pandemia ha generado una situación inédita ya que la gran mayoría de investigaciones para encontrar tratamientos y vacunas contra el coronavirus se han financiado con dinero público en varios países ricos.
La OMC cuenta actualmente con un disposición que permite a un país dejar sin vigor una patente en caso de emergencia sanitaria, pero este procedimiento solo puede aplicarse a un producto a la vez y para el mercado interno, lo que no tiene ningún interés para la gran mayoría de países que carecen de capacidad de producción farmacéutica.
La Organización cuenta con 164 países miembros y se requeriría el voto a favor del 75% de ellos para hacer prosperar la iniciativa de la India y Sudáfrica, pero la OMC toma sus decisiones por consenso y ésta es una tradición que nunca ha rotó en sus veinticinco años de existencia.