Nuevas variantes del coronavirus y la aceleración de la inflación figuran entre los cuatro mayores riesgos para la economía mundial a medida que se recupera de la pandemia, según el banco Berenberg.
Otras amenazas incluyen políticas equivocadas como el aumento excesivo de impuestos y cargas regulatorias, así como un ataque de China contra Taiwán, dijeron economistas liderados por Holger Schmieding en una nota publicada el martes.
Con la posible excepción de la aceleración de las presiones sobre los precios, los riesgos no son más pronunciados que hace seis meses, dijo.
La variante delta, la más transmisible del virus, ya está provocando un aumento de los casos de COVID-19 en el Reino Unido y algunos países del sur de Europa. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, dijo que la variante pesa en la balanza de riesgos económicos.
“Todavía tenemos que estar atentos al principal riesgo de que surjan nuevas variantes contra las cuales las vacunas actuales no son efectivas”, lo que podría exigir una nueva imposición de restricciones hasta que las vacunas puedan combatirlas, dijo Berenberg. “Un aumento más fuerte y persistente de la inflación podría obligar a los bancos centrales a pisar el freno en lugar de simplemente quitar el pie del acelerador”.
Los economistas también dijeron que las presiones de los precios al consumidor probablemente no desaparecerán de su pico temporal tanto como esperan formuladores de política en el 2022, y es probable que haya un período de aumento gradual de la inflación subyacente después de eso.
La inflación subyacente en Estados Unidos y el Reino Unido puede subir hasta 3% a mediados de la década, estiman. En la eurozona, ese indicador podría llegar a 2.5%.
Existe el riesgo en EE.UU. de aumentos de impuestos descomunales y una ola de nuevas regulaciones, y podría suceder lo mismo en Alemania si una coalición de izquierda reemplaza a la canciller conservadora saliente, Angela Merkel.
Para Francia, el mayor riesgo es una victoria de la política de extrema derecha Marine Le Pen, lo que causaría fricciones dentro de la Unión Europea y probablemente perjudicaría el crecimiento económico del país, dijo Berenger en la nota.